La Guardia Civil ha imputado a más de 30 personas por un delito de robo, compra y venta ilegal de naranja. Tres de los imputados -propietarios de la empresa alcireña Sansa Alzira SLL- compraban la mercancía, presuntamente robada, sin requerir la documentación que exige la normativa para acreditar de qué campo o partida procede el cítrico. El resto de los imputados, por su parte, recolectaban los cítricos en campos de la Ribera Baixa, la Ribera Alta y la Safor para venderla luego a la mencionada empresa.
La operación fue llevada cabo por el Grupo Roca de la Guardia Civil de Sueca tras más de dos meses de investigación. Los tres imputados por comercializar naranjas robadas, José Luis Sansaloni, Amal Bennis y el hijo de ambos, José Omar Sansaloni Bennis, al parecer eran conscientes de que la mercancía que compraban provenía de los numerosos hurtos producidos en los campos de la comarca desde finales del año pasado, periodo en el que comenzó la investigación policial.
La Guardia Civil ha logrado resolver en apenas unas semanas el robo de 24 toneladas de naranjas en un campo de Picassent, cuyo propietario siguió durante unos 60 kilómetros el camión en el que creía que llevaban la mercancía los supuestos ladrones, como adelantó en exclusiva Levante-EMV. Finalmente el citado transporte no tenía nada que ver con la sustracción de la fruta pero las labores de investigación permitieron dar con tres personas acusadas del robo.
