La aspiración de la Pobla Llarga de contar con un museo en el que exhibir piezas tan relevantes como el Cristo gótico, rescatado hace una década de una pequeña capilla que se utilizaba como almacén en el cementerio y restaurado antes de mostrarlo en la Luz de las Imágenes, o la Creu de Terme, una obra del siglo XIII de gran valor histórico ya que no son muchas las originales que se conservan, tendrá que esperar. El ayuntamiento había incluido en el programa de las fiestas patronales la inauguración ayer jueves del nuevo museo, aunque finalmente se suspendió. La falta de acuerdo con la parroquia de Sant Pere Apóstol ha provocado que se abandone el proyecto cuando ya se habían realizado obras de acondicionamiento en la capilla anexa a la iglesia en la que estaba previsto ubicarlo. «Se tenía que firmar un convenio y no se ha firmado porque a ninguna de las dos partes le ha gustado», comentó ayer el alcalde .

El párroco ya había anunciado que, a pesar de que el ayuntamiento había incluido en el programa de fiestas la inauguración, no habría museo. El consistorio había propuesto utilizar estas dependencias de la parroquia a las que se accede por la capilla , pero que también tienen una acceso independiente desde la calle y que, al parecer, apenas se ha utilizado en los últimos años.