La XI Trobada al Castell de Sagunt para reclamar inversiones en el monumento volvió a reunir ayer a 400 saguntinos indignados y perplejos por el estado del recinto. El monumento sigue sin carteles indicativos ni servicios mínimos para recibir a más de 70.000 visitantes anuales. El centro de recepción de visitantes, acabado en 2010 aún está pendiente de abrir a falta de obtener luz eléctrica, gracias a una obra que el ayuntamiento espera iniciar en breve. El acto, organizado por el Col.lectiu pel Patrimoni Saguntí al que acudieron trabajadores de Bosal con camisetas de protesta contra el cierre, incluyó novedades: la «ofrenda a los dioses» que realizaron, por primera vez, los miembros de un nuevo colectivo local de recreación histórica junto a los restos del Foro Romano, ataviados con trajes de época confeccionados para la ocasión. La jornada contó con el tren turístico que ya opera entre Albalat dels Tarongers y Gilet, aunque sigue pendiente de permiso municipal para funcionar en Sagunt.

El encuentro incluyó un recuerdo a Facundo Roca, el saguntino apasionado por la historia que halló numerosas piezas y realizó cuantiosas aportaciones al Centro Arqueológico de la ciudad, fallecido el día anterior. El parlamento de la XI Trobada se dedicó a su memoria, como resaltó Amadeo Ribelles, presidente del Centro Arqueológico. Ribelles clamó por el patrimonio de la ciudad, pidiendo atención de los políticos, con un original y cuidado texto, no exento de ironía, que realizó en forma de carta al doctor Enrique Palos, el saguntino precursor del Centro y del museo arqueológico de la ciudad, al promover hace 200 años, el «quart de les pedres», donde se empezaron a guardar piezas de otras épocas.

El desfile romano a cargo del nuevo colectivo «Saguntum Civitas» fue el momento más colorido, ya que una treintena de adultos, niños y jóvenes desfilaron con trajes de época al ritmo de tambores hasta hacer una «ofrenda a los dioses y pedir por el Castillo». Una asistente declaró a Levante-EMV: «Es una poca vergüenza que esto siga así, año tras año, sin carteles y con puntos peligrosos. Las autoridades deben hacer algo de una vez». «Estamos igual que siempre, en un año no hemos avanzado nada», añadía la presidenta del Col.lectiu Pel Patrimoni, Conxa Cardo. «Todo son promesas, promesas y promesas, pero las cosas siguen igual».