La Guardia Civil investiga el intento de robo perpetrado en la madrugada de ayer en la localidad valenciana de Masalavés, en el que unos ladrones hicieron explotar un artefacto en el cajero automático de una sucursal bancaria, aunque finalmente no pudieron sustraer el dinero y huyeron.

Según ha informado este cuerpo policial, los hechos tuvieron lugar sobre las 00.30 horas de ayer en la sede de Cajamar ubicada en la intersección de las calles Cervantes y Constitución de esta población de la Ribera Alta.

Los delincuentes colocaron en el cajero una "pequeña bomba de fabricación casera", al parecer "cargada con material pirotécnico", y la hicieron estallar.

La explosión causó graves daños en la máquina, que ha quedado fuera de servicio, pero no la reventó lo suficiente, lo que no permitió a los ladrones hacerse con el dinero.

Las alarmas del banco saltaron, despertando a vecinos de la zona, y los sospechosos huyeron del lugar, según las fuentes, que han apuntado que la investigación sigue abierta para localizar a los autores de este suceso.