El compromiso internacional para controlar el clima firmado en París ha constatado una vez más que el cambio climático no es ninguna verborrea mental de científicos alocados. Muchas son las demostraciones de que el ser humano está afectando gravemente al planeta, provocando subidas de temperaturas que en la comarca han propiciado en los últimos años fuertes trombas de pedrisco en verano o altas temperaturas en navidades como la actual. A mediados de diciembre, varios vecinos de Carcaixent encontraron en las inmediaciones del parque Navarro Darás numerosas tórtolas muertas. Este fenómeno despertó gran curiosidad, sobre todo por la falta de razones a simple vista para explicar el fallecimiento masivo.

Sin embargo, realizadas las pesquisas oportunas desde la concejalía de Medio Ambiente, han determinado que las aves murieron debido a causas naturales. «La climatología ha sido, en principio, la causante directa del fallecimiento de las tórtolas turcas», explica la edil responsable del área, Paula Lozano. Tras los pertinentes análisis de los cuerpos inertes de las aves que fueron recogidos, los técnicos no detectaron restos de veneno ni otras sustancias tóxicas en los animales.