El gobierno municipal de Xàtiva hizo públicos ayer los resultados de un informe económico interno que eleva a 25 millones de euros la cantidad que podría tener que asumir el tripartito en forma de deudas y reclamaciones pendientes de pago heredadas de la etapa de Alfonso Rus al frente de la corporación. El estudio ha sido gestado desde la concejalía de Hacienda con la colaboración de técnicos municipales y externos, que han revisado alrededor de 400 expedientes de las últimas dos décadas de gobierno popular.

El documento, que responde a uno de los pilares del pacto de gobierno suscrito a comienzos de legislatura entre PSPV, EU y Compromís, suma a la deuda bancaria de Xàtiva „ya conocida„el pasivo comercial a corto plazo, así como una serie de reclamaciones de empresas pendientes de resolución judicial o de revisión técnica y diversas cantidades derivadas de sentencias desfavorables, obras ejecutadas sin expedientes de contratación, concesiones liquidadas y ocupaciones de terrenos cuyos propietarios aún no han sido compensados, en ocasiones después de más de una década.

El regidor de Hacienda, Ignacio Reig, señaló que el objetivo primordial del ejecutivo pasa por rebajar la «astronómica» deuda municipal a los 14 millones de euros en 2019. La cifra reflejada por el estudio económico supera el presupuesto municipal „de 22 millones de euros„y equivaldría a un endeudamiento de 860 euros por habitante. El edil, sin embargo, recalcó que, de las cantidades incluidas en la relación de deudas «no todas se acabarán pagando», puesto que muchas se encuentran recurridas en los juzgados o están siendo revisadas por los técnicos .

El pasivo bancario equivale al 70 % de la «deuda» total de Xàtiva y abarca tanto los préstamos contraídos para financiar obras e inversiones como la deuda financiera derivada del Plan Montoro, que en 2012 afloró 11,2 millones de euros en facturas pendientes de pago „4 millones fuera del presupuesto„y duplicó el endeudamiento municipal. En este capítulo aparecen obras que obligaron al ayuntamiento a endeudarse como la plaza de toros, el Centro Cultural Xàtiva (CCX) o la transformación de la piscina olímpica de la Murta en parque acuático.

El informe sitúa el pasivo bancario con el que se topó el tripartito al acceder al gobierno en 17,6 millones, si bien el concejal de Hacienda matizó que esa cifra se ha reducido a lo largo de 2015 hasta los 15 millones, tras cancelar todas las operaciones pendientes de la empresa municipal Proexa y asumir una serie de amortizaciones.

El equipo de gobierno atribuye el volumen de endeudamiento al «despilfarro» de la gestión municipal del PP y hace hincapié en los 20 millones de euros que se fueron en pagar los sobrecostes de las grandes obras promovidas por Rus.