Las aparentes cuevas que abundan en la subida al Castillo de Sagunt han encerrado durante siglos una historia mucho más singular: Su condición de enterramientos hebreos de época medieval que además son únicos en la Comunitat Valenciana. Hasta hace menos de una década, los estudiosos y los mismos vecinos de Sagunt los consideraban refugios de la Guerra Civil. Sin embargo, las teorías impulsadas por el investigador local y exconcejal de Cultura, Manuel Civera, respecto a que son hipogeos construidos hace más de 500 años por la comunidad judía han acabado imponiéndose. Por ello, el ayuntamiento trabaja ahora en la puesta en valor de casi medio centenar gracias al Plan de Inversiones Financieramente Sostenibles de la diputación.
Aunque la actuación es ambiciosa, se centra sólo en los situados en las zonas más accesibles desde el núcleo urbano: El del barrio de Les Penyetes hasta el Teatro Romano y toda la subida hacia el Castillo. En muchos casos, las obras se han iniciado con tareas de limpieza pues las construcciones llevaban años llenas de residuos. En otros, ha sido necesario picar el muro de ladrillos que impedía la entrada desde hace años para evitar estos «vertederos».
Pero lo mejor es que ha habido sorpresas y, de momento, ya han aparecido al menos 6 habitáculos que hasta ahora habían pasdo desapercibidos. Además, algunos que se consideraban de pequeño tamaño han resultado tener hasta dos habitáculos, uno a la derecha y otro a la izquierda. Así lo explicaba a Levante-EMV el edil de Patrimonio, Pablo Abelleira (ADN Morvedre), sin ocultar su entusiasmo ante esta actuación. «Esto va a permitir revalorizar y difundir un patrimonio único en la Comunitat Valenciana que hasta ahora estaba oculto; era algo que Sagunt siempre ha tenido ahí, pero a lo que nadie, ni los propios saguntinos, había dado importancia», decía.
La idea del consistorio es dejar todas las construcciones a la vista, protegerlas con cancelas, señalizarlas y hacer visitables «unas cuantas que estén en lugares más accesibles».
La intervención se pretende acabar en dos meses y también mejorará el cementerio medieval judío recreado hace años sobre el Teatro Romano, en una de las zonas de la ciudad por la que se extendió. Será, por tanto, toda una revalorización de la necrópolis hebrea de época medieval «más grande de Europa», según el estudioso Manuel Civera, y del un legado que, como asegura el arqueólogo Matías Calvo, «ha convertido Sagunt en la ciudad española que mejor de conserva el trazado de la antigua judería y la que más restos posee de espacios y edificios singulares de esa época».
