El Ayuntamiento de Chiva ha decidido no llenar la Balsa de los Patos para las próximas fiestas de agosto con el objetivo de no derrochar agua. La balsa todavía se encuentra en obras para instalar una depuradora y, en caso de llenarla con los 1,7 millones de litros de capacidad que tiene, habría que tirar toda esa agua tras la festividad para poder proseguir con los trabajos. Por ello, desde el consistorio han preferido dejarla vacía: «Sería una irresponsabilidad y una inmoralidad llenarla porque habría que tirar el agua en una época con problemas de abastecimiento», explicó el alcalde de la localidad, Emilio Morales.

No obstante, Morales insistió en que han tratado de buscar soluciones «pero no hay forma de poder vaciarla tras las fiestas y reutilizar el agua». Asimismo, aseguró que entiende cierto disgusto de los vecinos «porque es una tradición en determinados días que algunos se bañen en la balsa y verla llena da otro aspecto a la plaza, pero deben entender que tenemos una responsabilidad y que era imposible acabar la obra antes de las fiestas».

La Balsa de los Patos antiguamente almacenaba agua para el riego de campos cercanos, pero perdió ese uso. El agua allí almacenada no se reutiliza y se encuentra estancada, lo que provoca malos olores y un estado de insalubridad, ante lo que ahora se está instalando una depuradora para solucionar estos problemas.