Cerca de 1.800 falleros participaron ayer domingo en la romería a Sant Josep de Xàtiva, una tradición del día 19 de marzo única en las fallas de la provincia de València y que en 2010 fue uno de los elementos que contribuyeron a que las Fallas de Xàtiva fueran declaradas Fiestas de Interés Turístico.

Falleros y falleras de las 19 comisiones fueron llegando a pie, sin desfilar, hasta la ermita, situada en la falda de la montaña del castillo de Xàtiva. En el interior del templo, a las 12 del mediodía, el abad de la Seu, José Canet, ofició la misa en honor a Sant Josep. Una vez finalizada y en orden de premios (la última, República Argentina, ganadora de la sección especial de 2017) las fallas desfilaron de manera solemne desde la ermita por la carretera del castillo hasta el casco urbano en la llamada popularmente Baixà de Sant Josep.

El desfile concitó la mayor concentración de espectadores en la Albereda. Las falleras mayores de Xàtiva, Carla Sanchis Boixader y Teresa Aparicio Bladrés, la infantil, encendieron la última mascletà de las fallas de Xàtiva que se disparaba en el Jardí de la Pau.