Ximo Puig, presidente de la Generalitat, expresó ayer en Vallada su apoyo a la línea C2 Cercanías, que en los últimos años ha sufrido varios recortes a lo largo de su trayecto. Inicialmente, la línea llegaba hasta La Font de la Figuera, mientras que en la actualidad el recorrido tiene final en L´Alcúdia de Crespins, dejando pueblos como Vallada, Montesa o Moixent sin servicio, detallan desde la Generalitat. Puig indicó que «Vallada está en una situación próxima a unas vías de comunicación y puede tener muchas más oportunidades si sus ciudadanos tienen una movilidad adecuada».

«Durante estos años se ha intentado prácticamente aniquilar las cercanías», denunció, bajo «una política que ha desestructurado el territorio». De hecho, en su opinión, «hay más desigualdad ahora que hace 20 años entre los territorios». Para solventar esta situación recordó el planteamiento del Gobierno autonómico de un plan de lucha contra el despoblamiento y un plan de integración e inclusión territorial valenciana.

Las declaraciones de Puig llegaron un día después de la reunión que los alcaldes de la Font de la Figuera, Vicent Muñoz; Moixent, Teófilo Fito; Vallada, Mª José Tortosa; y Montesa, Pepe Barberà mantuvieron en Madrid con el presidente de Renfe, Juan Alfaro, siguiendo la ronda de consultas sobre el restablecimiento de la línea de tren hasta Moixent.

Días atrás, Adif se comprometió con los alcaldes a que el restablecimiento de la línea C2 hasta Moixent será en 2018 y dejó la puerta abierta a que el tren llegue a la Font de la Figuera. Alfaro trasladó a los alcaldes que la prolongación de la línea de cercanías hasta la Font tendría un coste «marginal», lo que anima al alcalde de este municipio a seguir adelante con el proceso para lograr restablecer la línea en estos municipios y que, además, llegue a la Font.

El siguiente paso, señalan será contactar con la secretaría general de Transportes y el director de Transporte Terrestre. Los alcaldes de los municipios afectados plantean llegar al Ministerio de Fomento.