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La ONG Médicos del Mundo (MdM) denunció ayer, a través de un informe europeo sobre la asistencia sanitaria a los inmigrantes sin permiso de residencia, varios casos discriminatorios en la Comunitat Valenciana. Entre ellos sobresale, por su falta de humanidad, la negativa de un centro de Salud de Alicante a tramitar la tarjeta Sanitaria o SIP a un niño argelino enfermo de leucemia por carecer de "papeles".

"Es un acto de justicia, no de generosidad, atender adecuadamente a estos inmigrantes". De este modo se expresa la presidenta de MdM en la C. Valenciana, Blanca Nogués, tras desvelar tres casos de irregularidades en la atención a extranjeros en el sistema sanitario valenciano, todos ellos en Alicante.

El personal de la conselleria de Sanidad se negó a hacerle el SIP al menor argelino "porque sus padres no estaban en España y sus familiares residentes aquí, que sí estan regularizados, no tenían la tutela", apunta. Este caso es sangrante puesto que la Ley de Extranjería, en su artículo 12, subraya que los extranjeros sin permiso de residencia menores de 18 años, y las embarazadas, tienen derecho al acceso gratuito al sistema sanitario en las mismas condiciones que el resto de españoles, por lo que se les concederá la tarjeta sanitaria sin necesidad de cumplir requisito alguno.

Al resto de "sin papeles", la ley les reconoce el derecho a la asistencia sanitaria de urgencia, aunque para ello deben estar empadronados. MdM alerta de que esto supone una "barrera", pues muchos no se inscriben por miedo a ser expulsados.

No obstante, la ONG, destaca que la Comunitat está entre las cuatro autonomías españolas -junto a Andalucía, Extremadura y Murcia- que conceden la tarjeta sanitaria a los inmigrantes en situación irregular sin necesidad de que estén inscritos en el padrón.

Otro de los casos denunciados por MDM es el de un menor inmigrante, que carece de SIP porque su madre no lo ha tramitado, que acudió a un hospital tras caerle pintura en un ojo. "Aunque fue atendido, le pasaron una factura por los gastos", según señala la responsable autonómica de la ONG.

Nogués revela, además, anomalías en la atención a inmigrantes rumanos y búlgaros que, aunque son ciudadanos de la UE, "se les exige un certificado de la Seguridad Social de sus países de origen para obtener el SIP". Algo que, asegura, "sólo se está produciendo en la C. Valenciana y Castilla-La Mancha".

Trabas para rumanos y búlgaros

En este laberinto burocrático se encuentra una mujer búlgara con un tumor en el pecho que no puede obtener el SIP si no presenta el certificado de No Cobertura Sanitaria expedido por las autoridades de su país. Lo ha solicitado pero tiene que ir a Bulgaria a recogerlo en persona, cosa que no puede hacer por falta de dinero. Mientras tanto, la enfermedad avanza.

Además, el informe de MdM, tumba el mito de la llamada "inmigración sanitaria", de que supuestamente los extranjeros vienen a "aprovecharse" de la cobertura sanitaria pública, porque revela que únicamente el 4,2% de los "sin papeles" cita razones de salud cuando se les pregunta por los motivos por los que vinieron a España.

El conseller de Sanidad, Manuel Cervera, en declaraciones a Europa Press, negó con "eso no es así" los casos denunciados por MdM y aseguró que la Comunitat es la autonomía "más solidaria" en el acceso a la atención sanitaria el acceso a la atención sanitaria al tener "una tarjeta solidaria que recoge a ciudadanos que están descubiertos por el sistema público de salud".