Los colegios religiosos y los padres de alumnos católicos valencianos se opondrán, si les obligan por ley, a retirar los crucifijos de estos colegios concertados y apelan al ideario del centro para mantenerlos. En esta comunidad, las aulas de la red pública no exhiben símbolos cristianos mientras que en los privados su presencia no ha planteado problemas.

El Congreso aprobó el miércoles la proposición no de Ley, fruto de la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, que insta a la retirada de los crucifijos de los centros educativos, según propuso ERC y apoyó el PSOE. Sin embargo, ambos partidos discreparon ayer sobre si sólo los colegios públicos o también los privados se ven afectados.

La presidenta de Escuelas Católicas de Valencia, Vicenta Rodríguez, aseguró ayer a Levante-EMV que "hay libertad de creación de centros educativos y de tener un ideario propio. Tiene que haber pluralidad pero también respeto a nuestros criterios. Europa no se entiende sin el cristianismo y si se eliminan los crucifijos de los colegios también habría que hacerlo de la Cruz Roja, de las catedrales".

En la Federación Católica de Padres de Alumnos de la Comunidad Valenciana (Concapa), su presidente, Nicolás Sánchez, destacó a este diario que "el argumento es que los colegios concertados están sostenidos con fondos públicos y, por tanto, deben regir las mismas reglas".

Pero, en su opinión, la realidad "es muy diferente". Según indicó, "no se nos equipara a los centros públicos ni en transporte ni en comedor o inversiones y obras. La norma no tiene pies ni cabeza porque la Constitución -derecho a la libertad religiosa- está por encima. Los colegios concertados son privados y tienen sus dueños que determinan su ideario. Por tanto, al estar financiados con fondos públicos debemos responder sobre su buen uso y el funcionamiento del centro pero no de los símbolos".

El representante de los padres católicos recordó la polémica, el curso pasado, entorno a la asignatura de Educación para la Ciudadanía. "Esto de los crucifijos es lo mismo. Entonces se vio que esta materia, en el caso de los religiosos, debía adaptarse a nuestro ideario como así se hizo y no ha habido más problemas". También se refirió a que en estos colegios concertados los niños van a misa, se realizan las celebraciones como la Primera Comunión o la Confirmación y hay crucifijos e imágenes de la Virgen en las aulas.

Según la presidenta de Escuelas Católicas, en nombre de la agrupación Tribuna de Educación, "no vamos a plantear batalla de los crucifijos porque las ideas religiosas son más que símbolos. Pero su eliminación no es un sentimiento generalizado en nuestra sociedad. Es una medida equivocada".

Tras subrayar que también existen otras religiones, aseguró que mantienen ceremonias como el belén o los villancicos y comentó que en su colegio una niña musulmana hizo el curso pasado de Virgen María. "Nunca ha habido problemas porque los padres que eligen colegios religiosos saben lo que quieren".

"La democracia

no funciona con la imposición"

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, expresó su deseo de que la la proposición no de ley de la comisión de Educación del Congreso "se quede ahí y no vaya más allá" . Rouco Varela señaló que la cruz "no es sólo un signo religioso evidente, sino de humanidad, de un humanismo que ha hecho transpirar al mundo entero con valores fundamentales, del perdón de la misericordia, dar la vida y saber entregarla". El presidente de la Conferencia Episcopal acusó a los partidos políticos "sobre todo al PSOE" de olvidar "en ocasiones" que "la democracia funciona con la libertad, no con la imposición; facilitando el que se pueden ejercer los derechos y no limitándolos".

Rouco defendió el crucifijo es un símbolo de "nuestra cultura" y "no es bueno olvidarnos de nuestro pasado y de nuestra historia, dos veces milenaria". efe salamanca