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Tras más de treinta años en prisión, Manuel Pinteño quedará en libertad de manera inminente después de que el juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Granada, donde actualmente está preso, haya decidido revisar su situación. El juzgado considera que Pinteño debería haber terminado de cumplir su condena durante el mes de junio de 2009 y que tiene un pronóstico favorable para la reinserción. A última hora de ayer, la Audiencia Provincial de Alicante acordó no oponerse a la aprobación del "licenciamiento definitivo del reo".

Salido del barrio de la Tafalera de Elda fue uno de los cabecillas del motín de Fontcalent y uno de los atracadores más activos durante los 70 y principios de los 80, aunque nunca ha cometido delitos de sangre. Las condenas pendientes sumaban un total de 89 años de prisión. La decisión sobre su libertad se acuerda además en pleno debate sobre la aplicación de la cadena perpetua en España. Al respecto, los impulsores de la campaña para liberar al recluso eldense recalcan que "Pinteño no es el Rafita".

El auto del juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Granada asegura que el pronóstico de reinserción social de Pinteño "es favorable" y "hay que tener en cuenta que el penado lleva en prisión ininterrumpida desde el 1 de diciembre de 1986". Según el magistrado Pedro Andrés Joya, la evolución en el último periodo de la condena ha sido positivo, "ha observado buena conducta, no cuenta con sanciones y sí con recompensas por su laboriosidad. Mantiene una actitud de respecto con sus compañeros y con los funcionarios".

La decisión judicial supone un contraste total con la postura que había mantenido hasta ahora tanto la Fiscalía como la Audiencia de Alicante, que en la última revisión de condenas concluyeron que Pinteño no podía salir de prisión hasta el 2016. En definitiva, se le aplicó lo que se conoce como la "doctrina Parot", que recibe este nombre porque la primera vez que se aplicó fue a uno de los terroristas más sanguinarios de ETA. Lo significativo de esta doctrina es que las reducciones de condena que obtengan los reos mediante trabajos sociales se aplicarán sobre el total de años a los que hayan sido condenados en vez de sobre el tiempo máximo de estancia en prisión. El abogado de Pinteño, Enrique Botella, había recurrido esta decisión al Supremo por considerar que esta doctrina es aplicable a delitos graves y no a éste, donde el reo no tiene ninguna condena por hechos violentos o de carácter sexual.

Pinteño entró en la cárcel con 19 años. Hoy tiene 53 y se le considera como uno de los reclusos que más tiempo lleva en prisión en España. En este tiempo ha cumplido condenas por más de una docena de atracos cometidos entre los años 70 y 80, aunque el hecho que mayor notoriedad le dio fue el motín de Fontcalent en 1990. El paréntesis a estos años en prisión lo puso en 1986 cuando protagonizó una fuga durante cuatro meses, en los que cometió varios asaltos.