"Me llevo el mejor recuerdo de los valencianos a pesar del Partido Popular". Con esta frase la ex vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa de la Vega, se despedía ayer de los dirigentes y simpatizantes socialistas que acudieron a la sede del PSPV para arroparla tras abandonar la primera línea de la política. El adiós a De la Vega se convirtió en un auténtico acto de desagravio por el marcaje que la socialista ha sufrido por parte del Consell y del PPCV, especialmente, desde que fue cártel electoral por Valencia en los pasados comicios generales. Aunque de la Vega trató de no polemizar con el Ejecutivo de Camps, sí lamentó, al ser preguntada por los periodistas, "los insultos y ataques" recibidos en los últimos años y que consideró totalmente "infundados".

Acompañada por el secretario general del PSPV, Jorge Alarte; el eurodiputado y candidato al Ayuntamiento de Valencia, Joan Calabuig; y la secretaria general provincial del PSPV de Valencia y alcaldesa de Quart de Poblet, Carmen Martínez; De la Vega compareció sobre las 12 del medio día en la sala de prensa de Blanqueries con un doble objetivo: rebatir la supuesta discriminación del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero hacia la Comunitat Valenciana y la lista de sus promesas electorales incumplidas. "El compromiso con esta tierra es evidente", mantuvo tras asegurar que nunca como ahora había habido un nivel de inversión: 13.42 millones de euros en los últimos siete años; lo que supone, precisó, que Zapatero invierte cinco millones al día en Valencia. De la Vega mantuvo que ha cumplido todos sus compromisos -citó varios que son ya son realidad, entre ellos el AVE- e indicó que el resto lo serán pronto. "Es verdad que queda mucho por hacer", reconoció, al tiempo que aseguró que otros proyectos podrían haberse acelerado si hubiera contado con la colaboración de las instituciones valencianas. "Los Gobiernos están para cooperar y he echado de menos esta cooperación", manifestó. Eso sí, dijo sentirse una "mujer afortunada por haber representado a la gente de esta tierra en el Congreso de los Diputados y a un gobierno que se ocupa desde el primer día de defender los intereses de los valencianos".

De la Vega tuvo palabras de agradecimiento hacia Alarte y se mostró convencida de que el proyecto socialista en Valencia es un proyecto de "futuro, de cambio, de reforma". En su opinión, Valencia necesita una Generalitat "más abierta y transparente". Para ello, precisó, no hay "recetas mágicas", sino "esfuerzo, trabajo, dedicación y, honestidad y valores". Preguntada sobre los casos de corrupción en la Comunitat Valenciana; fue escueta: "Tolerancia cero contra la corrupción, provenga de donde provenga".

La ex vicepresidenta se reunió poco después en la oficina parlamentaria de Blanqueries -un proyecto que ella impulsó para mantener contacto con los ciudadanos- con la plana mayor del PSPV. Prácticamente no faltó nadie a la cita. Además de la dirección socialista al completo, acudieron una amplia representación de diputados nacionales, autonómicos, senadores y alcaldes. También estuvo presente el delegado de Gobierno, Ricardo Peralta, su hombre fuerte en Valencia. Aunque las relaciones entre De la Vega y la cúpula socialista han sido correctas, nunca ha habido una relación estrecha. Sin embargo, ayer el PSPV dio calor a la ex vicepresidenta y ella respondió con una sentida intervención: "Los socialistas somos el partido de la dignidad y me siento muy orgullosa de vosotros", señaló. Tras defender a Zapatero como "un presidente con coraje, sentenció: "Esté donde esté podéis contar conmigo".

En su intervención, Alarte la definió a "como una de esas personas cuyo paso por la política marca un antes y un después" y defendió su impulso a la libertades públicas, con leyes como la de igualdad. Citó a Adolfo Suarez para subrayar que De la Vega será ex muchas cosas, pero nunca "ex política porque desde donde esté seguirá trabajando por los demás" y, tras asegurar que están "orgullosos de su tarea, mantuvo que desde el principio "entendió muy bien lo que pasa en esta tierra". Reveló que en una reunión de trabajo, le escuchó una buena síntesis de lo ocurre aquí: "En la Comunitat Valenciana nos jugamos al democracia".

Por su parte, Calabuig Protagonizó la defensa mas encendida de De la Vega ante los ataques de la "derecha más vergonzosa" y "machista".