La principal novedad de las elecciones municipales del próximo 22 de mayo es que por primera vez los nacionales de 9 países extracomunitarios empadronados en la Comunitat Valenciana -de Bolivia, Cabo Verde, Chile, Colombia, Ecuador, Islandia, Nueva Zelanda, Paraguay y Perú- podrán elegir el alcalde del municipio en el que residen. Esta ampliación del derecho a voto de los inmigrantes extranjeros ha hecho que el censo de electores inmigrantes crezca en 25.604 personas, un 28 % más con respecto a los comicios del 2007, cuando solo podían votar los ciudadanos de los 26 países de la UE -rumanos y búlgaros incluidos-, además de los de Noruega.

Este incremento del "peso" del voto extranjero se aprecia de forma contundente si tenemos en cuenta que una de cada tres de las 74.827 personas más c0n respecto a 2007 que podrán depositar su papeleta en las urnas el próximo 22-M son foráneos. No obstante, la Comunitat Valenciana es la penúltima autonomía en crecimiento del censo electoral de extranjeros. La última es Illes Balears, donde aumenta un 13,9 %.

El aumento más pausado del número de electores foráneos en tierras valencianas, que está más de 13 puntos porcentuales por debajo del ascenso medio experimentado en España, no se debe a que en los 542 municipios que se extienden entre Vinaròs y Pilar de la Horadada no residan extranjeros con derecho a voto. De hecho es todo lo contrario, la Comunitat Valenciana, con 117.087 foráneos en el censo electoral, es la autonomía donde más extranjeros pueden acudir a las urnas, casi el doble que Madrid o Cataluña, con 67.868 y 66.204 electores foráneos respectivamente.

La explicación al menor impacto de la ampliación del derecho a voto en nuestra región hay que buscarla en el componente de la inmigración a la Comunitat, donde más de la mitad -el 56,5 %- de la colonia extranjera procede de la Unión Europea y Noruega, que ya pudieron ir a votar en 2007.

Solo en la provincia de Valencia, donde la proporción de inmigrantes extracomunitarios es mayor que en Alicante y Castelló, el censo de electores extranjeros ha crecido por encima de la media del país, un 48 % con respecto a hace cuatro años. Mientras que en Alicante únicamente ha crecido un 21 %, situándose como la cuarta provincia donde menos se ha disparado el censo. En Castelló (ver gráfico superior) ha subido un 38 %.

Diferencias entre provincias

Además, los partidos políticos no podrán hacer un único discurso para captar el voto extranjero para toda la Comunitat, pues el perfil del votante inmigrante de Castelló nada tiene que ver con el de Alicante, mientras el de Valencia es una mezcla de los dos.

En Castelló, ocho de cada 10 extranjeros con derecho a voto son rumanos, la práctica totalidad de ellos en edad laboral. Hay que recordar que el 82 % de la colonia rumana tiene entre 16 y 64 años. En Alicante, mientras tanto, uno de cada dos electores foráneos - el 50,5 % - es ciudadano del Reino Unido. El 48% de los británicos empadronados en el sur de la Comunitat tiene 65 o más años.

En el caso de Valencia, el electorado rumano representa a uno de cada cuatro votantes extranjeros, mientras que el colectivo búlgaro ocupa el segundo lugar con el 16 % del censo foráneo.