Los altos cargos de la Generalitat seguirán teniendo barra libre a la hora de gastar en hoteles y restaurantes cuando por razones de servicio tengan derecho a este tipo de dietas. En plena crisis y en medio de las promesas de austeridad, el Consell ha aprobado el decreto por el que se actualizan las indemnizaciones por razón de servicio y las gratificaciones por servicios extraordinarios y ha optado por dejar fuera al segundo escalón de los topes máximos que sí rigen para el resto de funcionarios.

La normativa fija en un anexo un tope de 65 euros al día en hospedaje y de 37,40 euros en restaurantes (comida y cena incluida) para los empleados públicos que tengan que desplazarse por razones de trabajo. Sin embargo, excluye al segundo escalón de estos topes al establecer que "los altos cargos de la administración de la Generalitat devengarán las indemnizaciones por hospedaje y restauración en los importe efectivamente realizados, sin que resulten de aplicación las cuantías del anexo". Tampoco tendrán que mirar con lupa los precios de hoteles y restaurantes aquel personal que "por su cualificación técnica y naturaleza de la comisión de servicios, deba acompañarles".

El decreto, negociado con los sindicatos el pasado mes de abril, implica una revisión de las dietas fijadas hace catorce años y que habían quedado desfasadas. De hecho, se trataba de una vieja reivindicación de los sindicatos que se quejaban de unos importes que consideraban irrisorios principalmente en el capítulo de las dietas por kilometraje. Hace tres años, la Conselleria de Economía y Hacienda atendió esta demanda -el decreto de 1997 establecía cantidades en pesetas-, pero obvió la negociación, lo que llevó a CC OO a recurrir la norma, que fue paralizada por los tribunales. El Consell ha optado por aprobar un nuevo decreto con las mismas cuantías de 2008 tras convocar oficialmente a los sindicatos. Las reuniones tuvieron lugar el pasado mes de abril, en plena precampaña, y con la crisis económica haciendo estragos en las cuentas públicas. Sin embargo, la nueva situación no ha impedido que, como ya regía desde 1997, los altos cargos no tengan que someterse a ningún límite cuando tengan que hospedarse en un hoteles o comer y cenar en restaurantes. El PP se ha comprometido en su programa electoral a aplicar un severo ajuste en las cuentas y en contener el gasto corriente. Entre las medidas ejemplarizantes asegurán que reducirán cargos y asesores.