Este arquitecto de 41 años ha comenzado su segundo mandato al frente del Ayuntamiento de Paterna -renovó una amplia mayoría absoluta para el PP con 14 ediles el pasado 22 de mayo-, con la inusual propuesta de delegación de áreas de gobierno a los tres líderes de la oposición de PSPV, Compromís y EU. En esta entrevista explica otra de sus propuestas que ha descolocado a más de uno.

En su toma de posesión ya dijo que iba a formar un "gobierno plural", pero nadie esperaba que le diera poder a la oposición. ¿Por qué tomó esta decisión?

La decisión de delegar áreas a la oposición estaba muy meditada. Y el motivo está claro: la ciudadanía española está pidiendo una democracia plena en la que seamos capaces de apartar nuestras diferencias ideológicas, las disputas que pueden existir entre los partidos, porque es lógico que seamos capaces de hacer un esfuerzo para buscar lo que nos une más que lo que nos separa,trabajar de forma coordinada para sacar adelante, ante la grave situación económica, a las distintas instituciones públicas de este país en las que nos corresponde gobernar, sea un municipio o cualquier otra administración. Y así poder ayudar de una forma decidida a todas las familias con serias dificultades.

El vicepresidente Rambla no le tomó la palabra y dijo que no sería exportable al Consell. ¿Usted le aconsejaría al presidente Camps darle una conselleria a Alarte, Morera o Sanz?

Lo veo difícil. Cada administración tiene su complejidad. En este caso sí que he analizado muy mucho la forma de trasladar estas delegaciones a la oposición y lo veo viable para Paterna. Es una experiencia que no se ha puesto en práctica de una forma generalizada y podemos decir que hasta es experimental. En ese sentido no me atrevo a recomendarla todavía. Una vez la tengamos experimentada y veamos que es positiva para la gobernabilidad, yo mismo sí que me atrevería a proponer su aplicación en otros lugares, pero de momento cada uno en su casa que haga lo que le corresponda y crea más adecuado. Está bien para empezar y creo que no debo dar un consejo en esta línea a nadie.

¿Ni al presidente Zapatero para que le dé la cartera de Trabajo a Mariano Rajoy? Así remarían juntos contra la crisis.

Eso es todavía más difícil, por los pocos meses que quedan hasta las elecciones generales y por la cercanía de los resultados de los últimos comicios, donde la ciudadanía española demandó un cambio de gobierno que devuelva la confianza a los inversores, a los mercados y a los ciudadanos. Yo mismo medité la posibilidad de aplicarlo antes de las elecciones, pero reflexioné que era mucho más oportuno proponerlo después de que hablara la ciudadanía a través de la urnas, que es el respeto principal a la democracia.

Usted ha expuesto que su fórmula se puede ampliar a otras administraciones.

No antes de unas elecciones.

Pero aquí en la Comunitat, ¿ya se han celebrado los comicios autonómicos y está próximo el futuro Consell de Camps?

Decidirán los responsables a los que corresponda, no voy a insistir yo en un modelo que es experimental. Bastante tengo con ser capaz de explicarlo en mi municipio. Confío en que va a ser positivo para la gobernabilidad de mi ciudad y para su estabilidad política.

Su compañero Alfonso Rus expuso que esto parece ahora "muy moderno", pero él ya lo hizo antes en Xàtiva.

No sé si definirme como moderno, pero sí que se puede decir que el modelo se adapta a los tiempos. En estos momentos no hay más que encender la televisión y ver los telediarios para observar que hay un sentimiento en España de petición a la clase política de trabajar de una forma decidida y coordinada en defensa de todas aquellas personas que se están quedando en situación de desamparo. Las políticas se tienen continuamente que reinventar, sino estaríamos todavía con políticas decimonónicas. Los ciudadanos nos votan para ser capaces de innovar también en política. Debemos avanzar desde una democracia representativa hacia una democracia participativa en la que el ciudadano se sienta más ligado a las decisiones políticas, al que durante cuatro años de mandato se le puedan consultar decisiones y así lo hemos hecho en Paterna.

¿Por qué delegó empleo a EU, Dependencia al PSPV y Control de Presupuestos a Compromís?

Muy sencillo. Durante el pasado mandato, el PSPV puso especial énfasis en la aplicación de la Ley de Dependencia y he considerado adecuado que asuman esa responsabilidad en el municipio. Y Compromís hizo especial hincapié en el control del gasto público. Han dicho que no y sé que lo harán de forma adecuada desde la oposición. Y a EU por el ofrecimiento que hizo su líder en el discurso de toma de posesión de colaborar para mejorar el empleo.

EU ha dicho que trasladará las propuestas de empleo desde las asambleas populares.

Me consta ese planteamiento y al haber tomado la decisión de delegar tengo que ser riguroso y debo analizar cada una de las propuestas. La de EU me parece una actitud decidida.

El PSPV no se fía y pide una garantía por escrito de respeto a su programa de Dependencia.

La delegación es plena y son rama de gobierno. Si no renuncia, es la edil Lorena Benlloch la que tiene la responsabilidad de aplicar las políticas que considere adecuadas en esta materia.