­¿El campo como complemento del turismo valenciano o directamente como uno de los puntales? Pueblos, ciudades y comarcas comienzan a tener claro que los productos agrícolas, el paisaje rural y la arquitectura de los labradores son ya un paquete turístico que cada año gana más clientes.

EL CAMP DE TÚRIA

Molinos y hornos para el pan

En el Camp de Túria, el único vestigio de turismo agrícola lo encontramos en Llíria y concretamente, el enfocado al cultivo del cereal típico de la zona. Desde la primavera del año 2011 el área de Patrimonio del ayuntamiento ha rehabilitado, puesto en valor y abierto a los visitantes dos monumentos históricos representativos de la agricultura del secano valenciano, el «Forn de la Vila» y el «Molí de la Parra».

El antiguo «horno de cocer pan» medieval todavía conserva la estructura original de arcos diafragmáticos ojivales y data del siglo XV, mientras que el molino hidráulico de cereal es una de las construcciones más representativas de la Llíria del XVIII. Está situado junto a la acequia mayor para aprovecha la fuerza del agua. Ambos edificios forman parte de la ruta turística diseñada por el consistorio edetano y denominada la «Llíria Histórica» en la que también están los Mausoleos Romanos, las Termas de Mura, los Baños Árabes o el palacio renacentista de Ca la Vila.

En estos momentos Turisme Llíria está diseñando una ruta temática sobre el ciclo del agua y sus usos agrícolas que tendrá al «Forn de la Vila» y «Molí de la Parra» como principales protagonistas.

Las rutas del agua en Motixelvo (la Vall d´Albaida) y Potries (la Safor), son precisamente los únicos itinerarios relacionados con la agricultura que figuran en la web de la Conselleria de Turismo.

LA CANAL DE NAVARRÉS

Vendimia Abierta en Enguera

Bodegas Enguera y Hotel Portal del Caroig mantienen un convenio que goza de buena respuesta entre el perfil clásico del turista de interior. Desde septiembre, el programa «Vendimia Abierta» permite a los visitantes vivir de cerca el proceso de maduración y cata de las uvas recolectadas en la población de la Canal, ofreciendo la posibilidad de participar en el mismo. Cortar las uvas de los viñedos, llenar los capazos, pisar el fruto y recoger posteriormente el mosto. El mismo procedimiento, paso a paso, que se efectúa desde hace siglos, combinado con diversos cursillos sobre catas y con el objeto de afinar el olfato de los usuarios para degustar los mejores vinos. Como complemento, las dos empresas ofrecen comidas conjuntas donde combinan la mejor gastronomía del Hotel Caroig con los más prestigiosos vinos cosechados en las bodegas.

REQUENA-UTIEL

El vino como reclamo

«La Ruta del Vino Utiel-Requena» agrupa a 51 establecimientos, entre bodegas, enotecas, restaurantes, hoteles, casas rurales, museos y empresas de turismo activo, y es la más extensa de la C. Valenciana, ya que abarca unas 38.000 hectáreas de viñedo y 10 municipios: Requena, Venta del Moro, Utiel, Sinarcas, Camporrobles, Villargordo del Cabriel, Fuenterrobles, Caudete de la Fuentes, Siete Aguas y Chera.

La oferta básica gira en torno al conocimiento de la cultura del vino, todo lo relacionado con este producto milenario, desde la viña a la mesa. Reforzada con propuestas hosteleras, hoteleras, alojamiento rural y turismo activo. En este sentido el presidente de la ruta, Luis Gil-Orozco Esteve, asegura que el potencial turístico del vino es muy grande «pero necesitamos una oferta más global para acceder con más facilidad y en condiciones más ventajosas al público». Las bodegas además de las tradicionales catas de sus vinos ofertan visitas a los viñedos y a sus instalaciones, donde los visitantes pueden ver de primera mano cómo y dónde se elaboran los vinos que encuentran en los comercios. Además de actividades paralelas como exposiciones, conciertos y charlas divulgativas.

En los restaurantes pueden degustar los caldos maridados con las numerosas especialidades gastronómicas de la comarca. Paralelamente hay una oferta de actividades relacionadas con los deportes de aventura, rafting, senderismo, descenso de barrancos, tirolina o bicicleta de montaña, entre otras. Que a su vez se complementan con museos que en sus espacios expositivos ofrecen muestras sobre la vida rural y el vino en todos sus aspectos.

En 9 años la ruta ha ido creciendo en oferta y en visitas, Gil-Orozco explicó que han crecido en cuanto a turistas el último año «un 18 %, alguna bodega ha llegado a superar las 14.000 visitas. No obstante la mayoría de las visitas llegan a partir del mes de septiembre y se registran picos de afluencia en campañas, como Semana Santa, Navidad o puentes festivos. Por este motivo uno de los objetivos de esta campaña fue la promoción durante el verano «estamos en una autonomía donde se vende el sol y playa. No pretendemos competir contra eso, pero estamos convencidos que podemos atraer con ofertas diversas a visitantes durante el verano», matizó el presidente.

Para Gil-Orozco el futuro de la ruta pasa «por mejorar su oferta, seguir preparándonos más cada día, trabajar más y mejor y planificar nuestra oferta». El papel de la ruta del vino es esencial para esta comarca como eje vertebrador de otras muchas actividades turísticas, que tendrían un crecimiento más lento, y con la cultura vinícola como aliada es más sencillo que puedan captar nuevos clientes.

Cuatro horas por los huertos y almacenes de naranjas de Carcaixent

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La ruta de la naranja que ofrece el Ayuntamiento de Carcaixent ha tenido, durante el 2011 un gran éxito, sobre todo, entre los estudiantes franceses que vienen a Valencia y eligen este municipio de la Ribera Alta como destino para una de sus excursiones diarias, afirman desde la Tourist Info. El objetivo de este recorrido,que dura aproximadamente cuatro horas, es que los excursionistas conozcan el presente, el pasado y el futuro de esta fruta autóctona conocida mundialmente. Para ello visitan varios almacenes, algunos de ellos inactivos, o el Hort de Soriano, entre otros, donde se realizarán distintas actividades según la edad de los visitantes.

En las comarcas de Castelló, la Unió, por ejemplo, organiza desde noviembre a abril —temporada de la campaña de recogida—, una ruta de la naranja, que consta de una visita de un campo de cítricos de Vila-real, a una cooperativa de Alquerías del Niño Perdido y al Museo de la Naranja de Burriana. En principio, las visitas van dirigidas a escolares, aunque la Unió se plantea captar turistas. «Queremos ofrecer estas rutas a los turistas de Castelló con precios competitivos, a precios de coste», subrayó el delegado provincial de la Unió de Llauradors, Vicent Goterris.