El grupo de voluntarios de la Organización No Gubernamental (ONG) Intervención Ayuda y Emergencias (IAE) radicada en Algemesí se quedó ayer sin poder acudir a la zona del seísmo después de aterrizar en el aeropuerto de Ankara y tratar de desplazarse a la zona afectada por el terremoto del fin de semana.

En total, la expedición que partió desde la Ribera estaba formada por 16 personas, además de cinco perros especializados en rescates entre los cascotes de los edificios, y que han iniciado el camino de regreso después de que, según varias fuentes, el Gobierno de Turquía, de ideología islamista moderada, haya decidido no aceptar ayuda internacional para paliar los efectos del movimiento sísmico , que ha causado decenas de víctimas en el país. El terremoto de 7,2 grados de magnitud en la escala de Richter que sacudió ayer el este de Turquía se ha cobrado la vida de al menos 279 personas y otras 1.300 han sido hospitalizadas con heridas, según los últimos datos oficiales.

El presidente de la ONG, Moisés Benlloch, dijo no entender la decisión gubernamental, pero aseguró que ya habían viajado a Turquía en otros momentos y aunque en un primer momento se les pusieron trabas siempre habían acabado por trabajar en las zonas afectadas, aunque en esta ocasión no ha sido así.

La decisión de los gobernantes turcos fue comunicada a los integrantes de la ONG con sede en la comarca a primera hora de la mañana de ayer cuando su vuelo aterrizó en Ankara.

Allí, según han relatado, les esperaban varios traductores que les han informado de la imposibilidad de entrar en el país.

La ONG de Algemesí ha participado en numerosos rescates después de que se hubieran producido terremotos. Uno de los últimos y donde los ribereños lograron participar en el rescate de supervivientes fue en el violento terremoto ocurrido en 2010 en Haití, aunque ya acumulan más de una decena de participaciones en todos los continentes.

"Hay muchas personas sepultadas"

La decisión del Gobierno de Ankara resulta aún más incomprensible cuando se sabe que en la región de Van, donde se produjo el terremoto, aún hay muchas personas sepultadas y existen muchas probabilidades de que pueda haber residentes con vida. "Como ya estábamos de viaje pensábamos que nos permitirían la entrada como ha ocurrido en otras ocasiones. Nosotros hemos podido confirmar que las labores de rescate están siendo complicadas y que entre los escombros se encuentran muchas personas sepultadas que podrían sobrevivir si se actúa a tiempos", según explican desde la ONG. l