Juan Miguel Martínez, el hombre que este año representaba al Rey Melchor en la tradicional cabalgata que se celebró en la Playa de la Pobla de Farnals el pasado jueves, falleció cuando se encontraba en lo alto de la carroza, víctima al parecer de un ataque al corazón, si bien este extremo todavía no ha sido confirmado.

Minutos antes de su fallecimiento, Juan Miguel —de unos 50 años de edad y que ya había participado anteriormente en el desfile de la víspera de Reyes representando a alguno de los protagonistas— había llegado en barca al puerto deportivo junto a los representantes de Gaspar y Baltasar y había sido recibido por las autoridades locales.

«Era un hombre que estaba volcado con la fiesta —recordaba ayer uno de sus amigos—. Estaba tan ilusionado que aún encontrándose mal seguía pidiendo que continuara la cabalgata».

Los hechos sucedieron alrededor de las 17.00 horas cuando Juan Miguel acaba de subir a la carroza que llevaba a los tres reyes magos, a sus pajes y a un grupo de niños que les acompañaban. «Él iba en lo más alto de todo y había sido el primero en subir. Cuando estaba ya arriba le dije a una persona que me acompañaba: mira, Juan está poniendo una cara muy rara», explicaba ayer una testigo de los hechos.

El concejal Graciano Martínez formaba parte de la comitiva municipal que había recibido a Sus Majestades y vio como Juan Miguel sufrió un mareo y caía prácticamente inconsciente. «Yo subí e incluso pude hablar con él —recordaba ayer el edil—, decía que le dolía el pecho y estaba muy sudoroso, pero decía que no le pasaba nada, que estaba bien».

También estaba allí Francisco, presidente de la falla Platja de la Pobla de la cual Juan Miguel era vicepresidente de Festejos. «No nos había dicho que se encontrara mal ni nada. Incluso antes de sentarse saludó a los niños que estaban en la carroza, pero después se desmayó».

La comitiva de Sus Majestades de Oriente que se disponía a recorrer las calles de la zona de la Playa hasta llegar a la iglesia junto a la que vivía el fallecido, estaba encabezada por un policía local en motocicleta que, según relataba ayer Graciano Martínez, fue el primero en subir a lo alto de la carroza para intentar reanimar a Juan Miguel y avisó al servicio de emergencias del 112 para que desplazara hasta allí una ambulancia.

Mientras varias personas que asistían a la cabalgata intentaban reanimar al herido, los padres de los niños los bajaban de la carroza y, con los otros Gaspar y Baltasar, continuaron el desfile a pie.

«Se había desmayado pero, de repente, se recuperó y dijo que se encontraba bien y que quería continuar», recordaba ayer Fernando. «Llevaba tiempo preparando la cabalgata con los pajes y tenía mucha ilusión de que todo saliera bien».

Pero el ataque había sido fatal para Juan Miguel. Decía sentirse bien, e incluso algunos testigos aseguran que la carroza estuvo a punto de volver a arrancar con Melchor encima para alcanzar al resto de la comitiva real. Lo bien cierto es que entre varias personas, entre ellas su mujer, consiguieron convencerle de que, en su estado, era imposible que continuara con el acto.

En ese momento, y según los testigos del suceso, la ambulancia ya había llegado hasta la Playa de la Pobla de Farnals y se llevaba a Juan camino del Hospital Clínico de Valencia para ser atendido. «Parece que en pleno trayecto le volvió a dar otro ataque al corazón y ese fue ya fulminante», explicaba ayer Graciano Martínez.

«Era una persona estupenda que siempre ha participado en todo lo que se hacía en la Playa —recordaba ayer el alcalde José Manuel Peralta, que había recibido al rey Melchor apenas unos minutos antes de su fallecimiento—. Ha sido una fatalidad porque era una persona muy querida por todos. Una persona con un corazón muy grande y, precisamente, el corazón es lo que le ha fallado».

«Siempre nos ha aportado momentos de alegría»

El casal de la falla de la Platja de la Pobla de Farnals era ayer un lugar triste en el que la ausencia de Juan Miguel Martínez se hacía muy pesada. Así lo relataba ayer Francisco Gil Palomares, presidente de esta comisión en la que el fallecido actuaba como vicepresidente de Festejos. «Siempre lo tenías ahí cuando necesitabas cualquier cosa —recordaba ayer Francisco—. Era una persona muy implicada en la fiesta y en cualquier cosa que se hiciera en la Playa. Aquí en invierno vivimos muy pocos y gente como Juan le daba mucha vida».

La comisión de la Platja estaba a punto de finalizar y llevar a la imprenta el «llibret» para las fiestas falleras del próximo mes de marzo, pero ha tenido tiempo de incluir un recuerdo para Juan Miguel. «Este año padeceremos la pérdida irreparable de nuestro Vicepresidente de Festejos, Juan Miguel Martínez, un gran fallero, que tenía un gran sentido de lo que son las fallas, unas ganas de trabajar inigualables, emprendedor y gran persona que nos ha aportado siempre momentos de alegría, armonía y sobre todo amistad», señala la directiva de la falla.

«Esta Comisión no te olvidará nunca —continúa el escrito—, y tu recuerdo nos animará a continuar con lo que tu más querías, fiesta, alegría y hermandad. Juanito, siempre ocuparás un lugar en nuestros corazones».

En el barrio, varias personas también lo recordaban ayer como una persona extremadamente alegre, entusiasta y, sobre todo, comprometida en cualquier cosa que se organizase en la zona costera de la Pobla.