La intensidad de la lluvia en la oleada de tormentas registrada el pasado viernes, con intensidades superiores a los 200 litros por metro cuadrado en una hora y acumulados de hasta 229 litros /m2 en la tarde-noche del viernes (Azud del Repartiment) no fue la única responsable de los daños generados por los fenómenos meteorológicos en la Comunitat Valenciana. Obras de corrección hidrológica aplazadas durante décadas, la propia geomorfología de la Plana de Valencia y algunas actuaciones parciales en cauces semiurbanos provocaron daños por valor de miles de euros que todavía se están evaluando.

Los daños provocados por la lluvia en Quart de Poblet, Mislata, Aldaia Silla o Alcàsser, se concentraron en las zonas en las que cada vez que hay precipitaciones destacadas se registran los problemas más importantes, Solo en Paterna, las inundaciones tuvieron un nuevo escenario, probablemente derivado de las actuaciones realizadas en la cabecera del barranco de la Font.

Fuentes de la compañía Aigues del Paterna, responsable del suministro de agua potable y del sistema de saneamiento y colectores en el municipio valenciano destacaron «los resultados» de los 17 millones de euros invertidos en el último lustro en este municipio.

«Se ha mejorado todo el alcantarillado e invertido mucho dinero en la construcción de dos grandes colectores de más de 3 metros de diámetro que conducen el agua hasta el Turia», dijeron.

Encauzamiento

Según estas fuentes, en «ninguno» de los «puntos críticos» de Paterna hubo problemas pese a las elevadas intensidades de lluvia. Sin embargo, el desbordamiento del barranco de la Font, una vez superado el casco urbano, sí constituyó una novedad. Las aguas arrastraron numerosos vehículos, levantaron el asfalto de las calles y destrozaron el campo de fútbol municipal.

El barranco de la Font tiene un cauce poco definido que recoge las aguas pluviales de la Cañada y del polígono industrial Fuente del Jarro. Recientemente fue canalizado en su cabecera dejando para otra ocasión la mejora de su drenaje a la salida del casco urbano de Paterna.

El agua, que bajaba con más violencia de la habitual en episodios similares gracias al nuevo encauzamiento no provocó daños en la Cañada pero desbordó hasta chocar con el muro de hormigón que protege las vías de FGV. A partir de aquí, según explicaron fuentes de Aguas de Paterna, el muro actuó como un encauzamiento que dirigió las aguas desbordadas durante casi dos kilómetros hasta la zona del campo de fútbol y la carretera que une Paterna con Mislata, donde se concentraron los daños.

La solución definitiva al barranco de la Font, admiten, pasa por prolongar el cauce unos metros hasta conectarlo con el del río Turia.

Caso aparte fue el muro caído en los cuarteles de Paterna. El agua recogida en las casi 60 hectáreas de las instalaciones militares se acumuló junto al muro de mampostería situado en el nivel más inferior de los cuarteles, frente a Feria Valencia, que reventó cuando el nivel superó el metro de altura.

Por otra parte, los problemas históricos de drenaje„con inundaciones repetidas en los últimos años„ afectaron de nuevo a Mislata y el barrio de la Cebollera en Quart mientras la Rambla de Silla, integrada en la trama urbana de la población, «sacaba sus escrituras», según expresaron sus vecinos, para arrastrar coches estacionados e inundar bajos y garajes.

El Aldaia, los retrasos en la construcción de un nuevo encauzamiento para el barranco de la Saleta, diseñado en la década de los ochenta, agravaron la inundación de amplias zonas urbanas y de los polígonos industriales próximos aunque sin alcanzar la gravedad de las riadas registradas en el año 2000.