Un grupo de 40 docentes interinos, colectivo que cumple el segundo de sus seis días de huelga contra la rebaremación de las bolsas de trabajo en función de las notas de oposiciones, se concentró en la tarde de ayer frente a un céntrico hotel de Valencia donde la consellera de Educación, Mª José Català, participaba en un acto. Català llegó una hora antes para evitar a los interinos que piden su dimisión.

Una maestra interina que prefiere no dar su nombre consiguió abordar a la consellera en la cafetería del hotel. "Lo único que quería era decirle que está jugando con la vida de las personas y contarle las repercusiones de la rebaremación". Ésta será un "drama" para unos 6.000 interinos que no tienen las oposiciones aprobadas, pues serán expulsados de las bolsas si no superan los exámenes en la próxima convocatoria de su especialidad, sin tener en cuenta la experiencia acumulada durante sus años de trabajo para la Administración.

Català atendió a la interina y, según ésta le respondió que "hay gente en las bolsas que nunca puede trabajar". "Yo le dije que no tiene ningún sentido quitar a unos docentes para poner a otros", concluye. Educación comunicó ayer al comité de huelga de interinos que la próxima semana convocará una reunión con los sindicatos para lograr un acuerdo sobre las bolsas de trabajo, según informó el Stepv.