Agentes de la Guardia Civil han identificado a dos menores de edades comprendidas entre los 12 y 15 años por su posible relación con el origen del incendio forestal registrado este domingo en Barx, según han informado fuentes del instituto armado.

La investigación por estos hechos, que continúa abierta, trata de determinar si unos petardos pudieron originar el fuego, que está controlado tras arrasar al menos 266 hectáreas pertenecientes a cinco municipios.

El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, ya anunció el pasado lunes la aparición de "restos de muchos petardos" en la zona donde se inició el incendio, y remitió a un posterior "informe concluyente".

Castellano, quien ha ofrecido una rueda de prensa tras firmar un convenio para la realización de cursos de manipulación de productos pirotécnicos, ha remarcado que "la normativa que hay está para cumplirla", y que la intención de la Conselleria es "dar seguridad".

Respecto a si la responsabilidad civil recaerá sobre los padres de los menores, Castellano no ha querido pronunciarse antes de conocer los hechos que originaron el fuego, aunque ha dicho que las llamas "han quemado sobre quemado" y que, en todo caso, se aplicará la legislación.

En la zona del incendio, dado por controlado anteayer, se mantiene la vigilancia terrestre y aérea como prevención ante las fuertes rachas de viento que se están registrando estos días, pero Castellano ha incidido en que los trabajos de extinción avanzan con "normalidad y tranquilidad".

El incendio forestal, el cuarto siniestro de estas características en la última década que se registra en el macizo del Mondúber, en la comarca de La Safor, se declaró a las 17.37 horas del pasado domingo.

El fuego obligó a la evacuación, como medida preventiva, de una urbanización de viviendas y de los 168 residentes del geriátrico Mondúber en Barx, que fueron trasladados a la Casa de Cultura de este municipio y a la residencia del Mediterráneo en Benirredrà.

En un principio no hubo alarma porque se pensó que el fuego no llegaría a zona residencial, pero el viento cambió y se decidió desalojar la urbanización y el geriátrico.

En las labores de evacuación participaron además numerosos vecinos que se ofrecieron voluntarios para el traslado de los residentes en sus vehículos particulares.

Horas después, el viento reavivó las llamas y originó una fuerte humareda que llevó a decidir, de madrugada, el desalojo de otra urbanización de viviendas, esta vez en La Drova, la mayoría segundas residencias, por peligro de intoxicación.

El fuego, que no ha llegado a afectar a ninguna vivienda, fue dado por controlado anteayer, tras arrasar al menos 266 hectáreas de los términos municipales de Barx, Simat de la Valldigna, Xeresa, Benifairó y Xeraco.