El concejal popular de Movilidad, Santiago Miquel, no sólo acompañó al presidente de las Corts Valencianas, Juan Cotino, a casa de víctimas del accidente de metro del 3 de julio de 2006, y presuntamente presenció las ofertas de trabajo que les hizo sino que llamó supuestamente por teléfono con posterioridad a las familias para preguntarles si aceptaban.

Así lo aseguró públicamente uno de los afectados, Paco Manzanaro, ayer en el doble pleno que celebró el consistorio. El marido de la fallecida Rosa Medina se dirigió a Miquel. "Usted puede decir lo que le dé la gana, pero usted y yo sabemos lo que pasó en mi casa y la llamada que me hizo tres o cuatro días después", dijo Manzanaro, que se había situado en medio del salón. "Yo sé que usted tiene que hacer lo que le manda su partido pero yo sigo lo que me manda mi conciencia", añadió mirando fijamente al edil.

A preguntas de este diario, Paco Manzanaro explicó nuevamente la visita de Cotino -entonces vicepresidente del Consell- con Miquel -en aquel momento concejal popular en la oposición- y la oferta de empleo para su hijo, seguida de preguntas sobre si iban a sumarse al proceso judicial por el trágico accidente. Y además desveló que varios días después Santiago Miquel le llamó, siempre según su versión. "¿Os habéis pensado el tema del trabajo para tu hijo? ¿Y qué vais a hacer con el proceso penal?", desveló ayer Manzanaro que le dijo Miquel. "A mi no me vuelvas a llamar por este tema", dijo el marido de la fallecida que le respondió.

Durante el doble pleno, Miquel explicó que las visitas se realizaron a petición de Cotino y que él le acompañó por ser el vicepresidente del Consell. El concejal del PP aseguró que llamaron antes a las familias y sólo visitaron a las que dieron su consentimiento. Insinuó que otro miembro de la corporación participó, sin decir su nombre.

El edil negó que en su presencia se hicieran ofertas de empleo "a cambio de silencio o de no integrarse en la asociación". Y tildo de "ruin" que la oposición le atacara "personalmente". "El PP no cuestionó que abogados del ayuntamiento asesoraran a las víctimas para iniciar un juicio. ¿No es cuestionable eso y sí que que un edil acompañe al vicepresidente del Consell?", se defendió, además de añadir que volvería a actuar igual.

Desde Compromís, el edil Vicent Beguer le respondió que no dudaba de su honorabilidad pero tampoco de la de las víctimas, a las que conoce "de toda la vida", e insistió en que si Miquel no tiene nada que ocultar, el PP debía aceptar la comisión de investigación.

Por su parte, en una intervención más contundente, el socialista Andrés Campos, lanzó una batería de preguntas sobre las visitas que quedaron sin contestar. "¿Cuántas se realizaron?, ¿qué criterio de selección se siguió?, ¿por qué fueron dos meses después del accidente?, ¿hubo llamadas en los días posteriores?, ¿por qué no se informó al alcalde?", dijo. "Con la verdad aliviarían parte del dolor o ¿es que merecen más defensa Cotino y Miquel que las víctimas?", insistió.

En las filas populares, el coportavoz Jorge Planells les instó a acudir al Fiscal si tienen "medios probatorios" contra Miquel porque "comprar el silencio no sólo es una bajeza sino que es delito". También se mostró seguro de que toda la actuación fue correcta al igual que defendió las acciones del gobierno socialista en su momento, y dijo que contaban con el respaldo del PP.

Con todo, deslizó que la contratación de una víctima en el Consell Agrari, como ayer avanzó Levante-EMV, pudo vulnerar la ley de acceso a la función pública, pero "la situación lo requería". Los populares entraron en diversas contradicciones al decir que desconocían las actuaciones del PSOE con las víctimas y luego reiterar que estuvieron "totalmente" de acuerdo con ellas. Desde el inicio se opusieron a la dimisión de Santiago Miquel y a crear una comisión de investigación.