La experiencia de haber sufrido dos catastróficos incendios en el verano de 2012 que arrasaron 56.519,52 hectáreas (datos oficiales del Institut Cartogràfic Valencià) no han servido a los responsables de la Generalitat ni del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia para mejorar las condiciones de trabajo de los servicios de extinción.

Tres sindicatos del consorcio provincial de Valencia -CC OO, STAS-Intersindical Valenciana y SPPLB-CV- denuncian a Levante-EMV que la "ante la ausencia de vehículos forestales, los incendios de este tipo se atienden con vehículos urbanos, pensados y carrozados para el asfalto, con lo que al introducirlos por zonas de montaña se malogran en poco tiempo". Además, el uso de los vehículos urbanos de bomberos para los incendios forestales supone "dejar a muchos parques de bomberos del consorcio como Cullera, Oliva, Gandia, la Pobla de Farnals o Sagunt desatendidos, a pesar de que la población veraniega en estas poblaciones aumenta considerablemente".

Actualmente, en los 17 parques de bomberos que existen en la provincia de Valencia (más otros siete de voluntarios) sólo existen seis vehículos preparados para atender incendios forestales, pero tienen "más de veinte años de antigüedad, lo que limita las actuaciones en la efectividad contra los incendios y además pone en peligro a los bomberos que las utilizan". De hecho, en estos modelos (como el que ilustra esta noticia) ha habido que "cambiar las ruedas de los vehículos forestales porque explotaban si superabas los 60 kilómetros de velocidad", explican responsables de CC OO, STAS-IV y SPPLB-CV.

La renovación de los vehículos forestales se demora desde hace seis años y ha pasado por todo tipo de peripecias. En 2007 se compraron 11 autobombas forestales, pero se tuvieron que devolver porque las cinco primeras que llegaron tuvieron que devolverse porque no superaron las pruebas de seguridad, aunque antes se presentaron oficialmente en Cullera, pese a que no servían. En 2011 se licitaron dos concursos que no llegaron a adjudicarse. Y en 2012, tras los incendios de Cortes y Andilla, "el Consorcio lanzó un proyecto de compra mediante arrendamiento financiero que tampoco se ejecutó porque incumplía la ley de estabilidad presupuestaria".

Los problemas del parque automovilístico también se extienden a la docena de todoterrenos que usan los mandos. "Seis están averiados y no se reparan", explican, por lo que se ha ordenado dejarlos en los parques y que "no se usen para ir a los domicilios particulares, como hacían muchos jefes", según denuncian los sindicatos CC OO, STAS-IV y SPPLB-CV.