La marginación en el reparto de la financiación autonómica le ha generado a la Comunitat Valenciana un «agujero» de 13.000 millones -más de dos billones de las antiguas pesetas- durante la última década, según los primeros estudios del comité de expertos de las Corts. El grupo de trabajo concluye que, en estos momentos, la Generalitat atraviesa por una «grave situación financiera», en parte como consecuencia de un expolio en el reparto de la financiación autonómica. De hecho, siempre según los documentos preliminares entregados hace unos días a los grupos parlamentarios de las Corts, de haber recibido la Comunitat Valenciana una financiación adecuada se habría podido reducir casi la totalidad de la deuda durante la época de bonanza de la economía y, al menos, un 40% de la que se ha generado desde 2008 en la crisis económica.

De los datos que maneja la comisión de expertos parlamentarios se desprende, por un lado, que con esos 13.000 millones se podría haber cubierto casi la mitad de la deuda financiera que actualmente suma la Generalitat y que, conforme a los datos del Banco de España actualizados a 31 de marzo de 2013, alcanza los 29.037 millones, cerca de los cinco billones de las antiguas pesetas. Otra parte, especialmente durante el último lustro de crisis económica, corresponde a la enorme caída de los ingresos -en alguna partida de hasta el 70%- originada por el parón de la economía. Y, aunque el informe no lo cita, una última porción correspondería al descontrol en el gasto, especialmente, durante la etapa de Francisco Camps. Pero ese primer borrador de los expertos de las Corts también evidencia, igualmente, que los dos modelos de financiación vigentes durante la última década, el modelo lanzado bajo mandato del popular José María Aznar y el impulsado por el socialista Zapatero en 2009, han llevado a la Comunitat Valenciana a una situación crítica.

Los trabajos de los expertos ponen encima del tapete, como ya es conocido, que la Generalitat está a la cola de los ingresos por habitante. No hay ninguna otra autonomía que esté en peor situación. Por cada valenciano, la Generalitat percibe 205 euros menos cada ejercicio, lo que representa un déficit de financiación superior a los 1.000 millones de euros anuales. El conflicto entre esta discriminación en la financciación y la prestación de servicios de Sanidad, Educación y Bienestar Social similares a los del resto de autonomías ha conducido a la Generalitat, apuntan los expertos parlamentarios, a la «acumulación de un volumen de endeudamiento insostenible». De hecho, con el actual reparto de fondos, el Gobierno de Alberto Fabra sólo cubre el 70% del gasto de los servicios básicos.

Esta marginación explica, en gran medida, el volumen de déficit -la Generalitat ha terminado los dos últimos ejercicios a la cabeza con un importante desfase entre ingresos y gastos- y también la deuda, que genera más de mil millones anuales en intereses, una cantidad por la que el Consell también debería recibir una compensación. El origen de los problemas financieros se encuentra en un sistema de financiación que «discrimina» a la C. Valenciana de modo, señalan, que la «dinámica de la insuficiencia financiera ha entrado en un peligroso círculo vicioso que genera déficit y más deuda».