«Vergüenza» era ayer la palabra más repetida por los usuarios de Metrovalencia que sufrieron la decisión de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) de hacer «acueducto» entre el 9 d'Octubre y la Fiesta Nacional de España en cuanto a frecuencia de paso de trenes. Así, la programación del servicio de ayer, y también el de hoy, es como la de un sábado «laborable no lectivo» matizan desde el ente público de transporte, con un 33 % de trenes menos con respecto a los que circulan en un día laborable en el que universidades, colegios e institutos abren sus puertas como sucedió ayer y volverá a pasar hoy.

La reducción del servicio provocó largas esperas en los andenes, llenos a rebosar de gente, y que los trenes se colmataran hasta los topes, llegando incluso a no poder subir más pasajeros. Esto es lo que denuncia en una red social José Enrique Marco, quien cogió un tren a las 7.40 horas en Meliana «absolutamente lleno. Gente en Alboraia no ha podido subir. Indignante». Miquel Sapiña, un vecino de Sueca que ayer padeció los recortes de FGV, explicó a Levante-emv.com que el metro que lo llevó hasta la estación de Xàtiva «iba todo lleno, no se podían ni cerrar las puertas».

Manuel Gorriz, profesor de una academia en Quart de Poblet, tardó una hora en llegar a su trabajo cuando normalmente le cuesta entre 35 y 45 minutos. «Que consideren festivo un día laborable me parece lamentable. Reducen los trenes pero el precio del billete no», lamenta.

Raquel Montesinos, vecina de Valencia, también se queja del «acueducto» de FGV: «Me parece fatal que a los que trabajamos, que cada vez somos menos, el metro nos ponga siempre problemas». Otra usuaria de Valencia, Maruja Jiménez, recuerda que los recortes de ayer ya le tocó vivirlos este verano, cuando Metrovalencia decidió aplicar el horario reducido de agosto desde la última semana de junio hasta el 15 de septiembre. «Así, que toca levantarse antes si quieres llegar a tiempo al trabajo», apunta.