La Conselleria de Educación que preside Mª José Català ha recortado en un 16 % la aportación máxima de su departamento para libros de texto, material didáctico e informático destinado a los colegios que atienden a niños en riesgo de exclusión social, los llamados Centros de Acción Educativa Singular (CAES), así como también a los Colegios de Educación Especial (CEE).

Los CAES, como informó Levante-EMV la pasada semana, habían cumplido su primer mes del curso sin tener ninguna noticia de la conselleria sobre las ayudas para su alumnado, la mayoría del cual carece de lo más elemental para poder seguir una clase como son libretas y lapiceros.

El pasado 10 de octubre la conselleria firmó una resolución en la que establece una dotación máxima para todo el curso de 105 euros por alumno matriculado, lo que supone 20 menos que los 125 euros por niño del tope del curso 2012/2013. Esta rebaja del 16 % de la ayuda también se aplica a los CEE. En total la dotación máxima prevista que podrán recibir los CAES y los CEE, entre los que se incluyen también las aulas de Educación Especial habilitadas en colegios ordinarios, no podrá superar los 1,3 millones de euros.

«Fomentar el ahorro»

A diferencia del curso pasado, ahora los colegios están obligados a constituir un fondo de libros de texto y de material didáctico e informático. Este fondo, según la resolución, se constituye «con la intención de fomentar el respeto y el buen uso que los alumnos deben dar a los libros que utilizan, el reciclaje y el ahorro».

Con estas ayudas los CAES fotocopian para repartir entre los escolares las unidades didácticas que elabora su profesorado, compran libros para los alumnos e incluso las libretas, lápices y colores que éstos utilizan en el aula.