"Dado que no existe, propiamente, un expediente de justificación de caja fija de la Conselleria [de Presidencia y Agricultura], no resulta posible atender la petición de información". Con esta respuesta, el vicepresidente del Consell, José Císcar, le ha dado con la puerta en las narices al portavoz adjunto del PSPV en las Corts Rafael Rubio, quien solicitó la remisión o acceso a los expedientes justificativos de los gastos pagados con cargo a la caja fija de Presidencia, un departamento que engloba el área tanto de Císcar como la del presidente Alberto Fabra. La llamada caja fija, un sistema opaco de anticipo de fondos previsto para afrontar determinados gastos de carácter repetitivo (como dietas, locomoción, compra de material o conservación) fuera del presupuesto y sin control previo, está en el punto de mira desde que trascendiera que por esta vía altos cargos del Consell han sufragado desde viajes a Roma al alquiler de coches para que consellers asistan a mítines o productos como pechugas Villeroy y huevos Kinder.

En contra del decreto y del Síndic

Todo ello ha configurado la caja fija, que también sirve, por ejemplo, para que los hospitales compren medicinas, como una especie de "fondo de reptiles". "¿Ha pagado Presidencia estudios electorales a través de la caja fija, aprovechando la opacidad de este sistema?", se preguntaba ayer Rubio. El diputado expresó su sorpresa por la contestación de Císcar al negar la existencia del expediente justificativo de estos fondos, toda vez que el decreto del Consell, de 1998, que regula el uso de la caja fija, obliga a los subsecretarios de cada conselleria a remitir a posteriori a la Intervención las "cuentas justificativas" de estos pagos, una información clave donde debe figurar el concepto, el ordenante y su justificación. La orden que detalla el decreto fija la obligación de realizar esta rendición mensualmente. Hasta el Síndic, en su último informe referido a 2011, lamentaba que el Consell le había escamoteado la información sobre los perceptores de estos fondos, de manera que su fiscalización se tuvo que limitar a "verificar los aspectos formales en la presentación de las cuentas justificativas".

Rubio advirtió, además, de que se trata de un montante elevado de fondos. La citada orden fija en el 12 % del capítulo dos de gastos de funcionamiento el límite de recursos que pueden gestionarse por esta vía. Pero esa cantidad es muy relevante. En las cuentas de 2011 Presidencia dispuso por esta vía de hasta 862.854 euros; 1.063.068 euros, en 202; y en 2013, al incorporar Agricultura, hasta 4.133.041 euros. Todo el Consell gastó a través de los anticipos de caja la friolera de 351 millones entre 2010 y 2012, 538 millones incluyendo 2009.

"En aras a la transparencia que pregona Fabra, ¿se puede saber en qué se ha gastado este año esos 4 millones?", inquirió el diputado socialista, quien resaltó que, "si el presidente no tiene nada que esconder, no debe tener ningún problema en facilitar esta información". "Como no lo hace -apostilló-, nos tememos que este dinero puede estar gastándose para usos que nada tienen que ver con la caja fija".