El copago para los discapacitados se ha convertido en un nuevo frente entre el Consell y los alcaldes y un asunto de desgaste interno para el PP. Y es que la norma la dicta la conselleria, pero son los alcaldes, muchos de los cuales tienen centros municipales, los que deben lidiar con los afectados. En este contexto, la consellera de Bienestar Social, Sánchez Zaplana, y el propio Fabra han tenido que reunir a los ediles para frenar la rebelión. Hace unos días, de hecho, el síndic del grupo popular en las Corts avisó a los diputados de que van a tener que recorrerse los municipios para tratar de apaciguar personalmente a los alcaldes. j. l. g. valencia
