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Vocabulari de l´AVL

La música se afina en valenciano

Un vocabulario reúne y define conceptos musicales tanto populares como profesionales

Los músicos llenan las calles valencianas Marga Ferrer.

Para los muchos valencianohablantes que poblan las cientos de bandas de música de la Comunitat Valenciana y que dieron sus primeros pasos en eso del solfeo en lengua castellana, siempre ha sido «anacrusa», o «corxea», o «boquilla». Hasta hoy. Estos términos, junto a muchos otros, encuentran su traducción al valenciano en el nuevo vocabulario de la música de l´Acadèmia Valenciana de la Llengua. Este no ha causado tanto revuelo político como el Diccionari Normatiu, pero supone una pequeña revolución en un mundo que, a pesar de estar muy enraizado en pueblos donde la lengua propia es de uso común, se mantienen muchos castellanismos.

El Vocabulari de la música recoge más de 2.500 entradas relacionadas con el arte de las musas. Algunos de esos términos han sido añadidos a petición de la Federació de Societats Musicals (Fsmcv), quien ha trabajado con el musicólogo y compositor David Seguí en colaboración con l´AVL y Culturarts para configurar un documento lo más completo posible, que se repartirá en las escuelas de música de todo el territorio.

Así, tienen cabida palabras como xaranga, becaire (becuadro), bolero o broquet (boquilla). Las albades y los versadors conviven en estas páginas tan ballables que hasta un discjòquei las pincharía, o al menos, lo haría con un single (que no senzill), que estuviera plasmado quizá en algún videoclip. El merengue y el reguetón quedan fuera, pero no así el txa-txa-txa o el reggae.

El vocabulari tiene también una clara vocación profesional, ya que contempla palabros como acord de quinta, que no es un acuerdo al que llega un grupo de gente nacida el mismo año, sino un acorde de tres notas formado por dos terceras superpuestas, explica el documento. Asimismo se contemplan definiciones referentes a personas que fabrican determinados instrumentos, arcos, etc., así como a técnicas de interpretación, como bouché (para trompa).

Otros campos en los que la música también tiene su presencia, como la relgión y los actos litúrgicos, cuentan con sus correspondientes entradas. Por cierto, si el lector se ha quedado con la duda de cómo se dice xaranga en inglés, no hace falta que vuelva da capo: la respuesta es fanfare.

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