Último pleno antes de elecciones, mascletà segura. La norma se cumplió aunque de la de ayer no hay precedentes en 30 años de Corts. El presidente de la Cámara, Juan Cotino, suspendió el pleno «sine die» tras un incidente con la portavoz adjunta de Compromís Mònica Oltra, a la que apercibió tres veces y ordenó su expulsión, ante lo que ésta se negó a abandonar el hemiciclo. Oltra, quien alegó que no había oído la última amonestación por los «bramidos» de los «hooligans» del PP, se enfrenta a graves consecuencias. Los populares están decididos a suspenderla como diputada durante al menos un mes lo que acarrea no presentar iniciativas y pérdida de sueldo y subvención al grupo e incluso planean llevar los hechos a la Fiscalía por un delito de desacato o desobediencia a la autoridad.

La espita la encendió el conseller Máximo Buch tras aludir a un hermano del diputado de Compromís en Madrid, Joan Baldoví. Durante la sesión de control al presidente Alberto Fabra, en el turno de repreguntas, Oltra había instado a Fabra a aclarar qué ha hecho para combatir la pobreza. Buch respondió que están actuando, y asestó: «Al hermano de Baldoví no le falta trabajo». Según dijo, ha cobrado 13.524 euros entre 2009 y 2010 en horas extras, «a 85 euros la hora». La alusión fue aclamada por la bancada popular mientras Oltra estalló: «¡No tenéis vergüenza ni la habéis conocido!».

Entonces se enzarzó con la alcaldesa, Rita Barberá, y la popular Maira Barrieras. Cotino, enmedio de la confusión, la llamó al orden dos veces y Oltra le contestó que «no tiene legitimidad» para presidir las Corts. «Tengo legitimidad para llamarla al orden y advertirle que tiene que abandonar la sala», sentenció el titular de las Corts. Pero la diputada se negó. «¡Me da igual!», desafió Oltra, quien después explicó que está harta de la «parcialidad» de Cotino que, dijo, «nunca amonesta a los diputados del PP». Cuando Cotino la avisó de que llamaría a los servicios de la Cámara, le espetó desde el escaño: «¡Que venga la Guardia Civil!»

La Junta vio la «moviola»

Ante la situación, Cotino suspendió el pleno 5 minutos. Gobierno y diputados permanecían en el hemiciclo, a la espera, mientras Oltra se atrincheraba en su escaño, rodeada del grupo. El PP le dio opción a retomar la sesión, alegar que no había oído la tercera advertencia y marcharse. Pero se negó. El presidente convocó a la Junta de Portavoces. En la junta se vio el vídeo y se verificó que Cotino sí sacó las tres tarjetas. El síndic de Compromís, Enric Morera, defendió, no obstante, que su grupo no escuchó el aviso por la «marimorena» montada en el PP. El socialista Antonio Torres ofreció, una vez vista la «moviola», reiniciar el pleno para dar la opción a Oltra a acatar la expulsión. Pero el PP, que le tiene ganas a Oltra, se cerró en banda. Consideraba que la ha cazado y no estaba por brindar una salida. Además, Fabra tenía un acto con la Reina minutos después. La sesión se aplazó sin fecha. Tras 45 minutos, Oltra y el resto de señorías abandonaron la sala.

El artículo 101 del Reglamento de las Corts prevé la suspensión como diputado al que, habiendo sido expulsado, se niegue a ello. Cotino tenía facultad para aplicarle allí mismo hasta un mes. Ahora la Mesa propondrá una pena que podría superar los 30 días. La tendrá que aprobar el pleno, en sesión secreta. Será el día 28, tras las europeas. El resto del pleno que quedó ayer pendiente la pregunta a Fabra de Ignacio Blanco (EU), quien se estrenaba como síndic tras sustituir a Marga Sanz, de baja por enfermedad, y cinco propuestas se sustanciará la próxima semana.

En pasillos, Oltra aseveró: «Hay momentos de la democracia en que o nos plantamos o nos pudrimos todos como ellos». «No puedo desobedecer una orden que no he oído. Es un abuso de poder. Había que plantarse», defendió. «La gente no entenderá que me eliminen por molesta cuando los imputados siguen sentados en sus sillones».