Un grupo de dieciséis padres cuyos hijos de 6 y 7 años estudian en el Colegio de Educación de Infantil y Primaria (CEIP) Cristobal Colón de Benetússer, han presentado dos denuncias en el juzgado de Catarroja contra la profesora y tutora de los niños por presunto maltrato en el aula. Las familias señalan en sus denuncias (una de 15 personas interpuesta el pasado 16 de julio, y otra de una madre presentada ayer para que se añada a la anterior) que sus hijos les han asegurado que durante el curso la maestra habría utilizado cinta de embalar para atar a los alumnos a las sillas e incluso para taparles la boca.
La Conselleria de Educación, en declaraciones ayer a Levante-EMV, reconoció haber abierto una investigación, aunque de momento todos los informes recabados entre la dirección del colegio y el claustro de profesores niegan los supuestos hechos denunciados por los padres. El expediente de la Conselleria sigue abierto al estar también el juzgado de Catarroja investigando lo ocurrido, según subrayaron ayer las fuentes oficiales.
La primera denuncia la interpusieron el 16 de julio en el juzgado de guardia de Catarroja 15 de los 28 padres de alumnos de un curso de Primaria del CEIP Cristobal Colón, situado en el barrio de Orba de Benetússer. Los mismos padres habían alertado un día antes a la Conselleria de Educación sobre lo que les habría ocurrido a sus hijos. Un inspector de Educación ya había abierto una investigación por una queja anterior de los mismos padres contra esta maestra por cuestiones pedagógicas y sobre la que, según las mismas fuentes de la conselleria, los informes también serían negativos.
Una de las madres denunciantes explicó ayer a este periódico que el curso ya había acabado cuando su hijo le comentó que su profesora les castigaba atándoles con cinta a las sillas y que a algunos de sus compañeros también les había amordazado con este material. La madre asegura que no se lo creyó, pero que contactó con otras familias para que les preguntaran a sus hijos si también habían tenido problemas con esta educadora. Según afirma esta denunciante, todos los niños consultados coincidieron en describir (al parecer, sin que los padres los hubiesen mencionado todavía) los mismos métodos presuntamente usados por la maestra contra ellos o contra otros alumnos. «Nos contaron que hubo un niño al que ató a la silla, se cayó cuando intentó desatarse y lo dejó en el suelo durante toda la clase. Y que a otra niña que se quitó la cinta de la boca empezó a amenazarle diciéndole cosas sobre su familia», explicaba ayer esta madre.
Durante estos días las familias denunciantes han llevado a los menores a sus pediatras de cabecera o privados ante los que, según explican, los niños han repetido lo que previamente ya le habían dicho a sus padres.
Según los progenitores, los niños relatan estos hechos «como si fuera algo normal» aunque también subrayan que a varios de de ellos les ha cambiado el comportamiento a lo largo del curso (dicen que se volvieron más violentos, suspicaces o llorones) y se mostraban reacios a acudir al colegio. Se da el caso de que la maestra denunciada estuvo de baja laboral desde el pasado marzo hasta junio. Según los denunciantes, durante este tiempo la actitud de los menores fuera del colegio mejoró y volvió a empeorar cuando la tutora ocupó de nuevo su puesto.
El abogado Enrique Vila, que asesora legalmente a los padres, anunció ayer que pedirán medidas cautelares mientras dure la investigación para evitar que la maestra de los niños regrese en septiembre. «Desde mi punto de vista, y dado lo que han dicho los niños por separado a los pediatras, me cuesta creer que sea una invención. Sólo por eso la Conselleria debería de oficio inhabilitar a esta señora mientras se investiga», subrayó el letrado.
