El pueblo de La Iglesuela, de donde era natural el misionero Miguel Pajares, fallecido por el virus del Ébola el martes, rindió ayer un homenaje a su paisano con una misa funeral y el deseo de que su mensaje permanezca y se pongan los medios para erradicar el virus.

El acto religioso contó con la asistencia de los tres hermanos del religioso, Emilio, Feliciano y Gregorio, acompañados por familiares y unos trescientos vecinos.

El hermano del misionero fallecido, Emilio pidió que las autoridades sanitarias sigan trabajando para erradicar el virus. «Que no vuelva a suceder algo semejante, que se pongan los medios, que se puedan curar todos, de España, África o de donde sean». «Que quede el mensaje de Miguel» recalcó.

La familia mostró su agradecimiento a los vecinos y al personal médico: «Se han volcado con nosotros, estamos muy emocionados», apuntó Emilio. efe iglesuela