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El Consell pagador del "coaching" y facturas de favores

Desde Zaplana hasta Fabra, se ha querido primar con dinero público a los preparadores de distintos presidentes

Quizás sea por la obsesión por el culto al cuerpo. El caso es que la profesión con más proyección puede que sea la de preparador físico de presidente. Bernardino Lombao, el entrenador de Aznar, no es el primero que hace fortuna con la Generalitat. El expresidente Eduardo Zaplana fue, como en otros asuntos, un adelantado a su tiempo. Tenía entrenador personal: Miguel Maeso, el preparador físico del entonces Pamesa Valencia. Un trabajo que le dejaba poco tiempo para pasarse por la Conselleria de Educación, donde había sido nombrado a dedo técnico de programas de deportes de élite. Unos 36.000 euros anuales. En ese cargo permaneció entre 2000 y 2005. Maeso era amigo personal del presidente Zaplana y del director general de Deportes Gonzalo Morell, quien, a su vez, había sido designado por ser amigo del presidente.

Recientemente, Alberto Fabra quiso recibir un curso de liderazgo de 20.993 euros, impartido por el «coach» Javier Martínez de Marigorta, experto, entre otros saberes, en «amor». La publicación en este diario de que el dinero iba a salir de las arcas públicas provocó tal escándalo que los planes se archivaron. El secretario autonómico Pedro García Ribot explicó que la idea de apuntar a Alberto Fabra al curso había surgido cuando se constató que no había medios técnicos ni personales en la Generalitat para esa formación en liderazgo.

Los contratos a Lombao en RTVV no son el primer presunto pago de favores a los amigos del PP del terreno y también del nacional con el dinero público de los valencianos. En diciembre de 1997 se produjo el escandaloso fichaje de Julio Iglesias, quien había ejercido de telonero de Aznar en los mítines de la campaña de 1996. En teoría se le abonaban 375 millones de pesetas. En la práctica, el Ivex le regaló 990 millones libres de impuestos y en un contrato B que destapó este diario. Sin contar gastos extra por presunta organización de conciertos. Canal 9 ha servido, además, de abrevadero para periodistas, presentadores y artistas de Madrid muy afines al PP.

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