La petición unánime del consejo de 15 directores de colegios e institutos públicos, concertados y privados que asesoran a la consellera Mª José Català de que el inicio del próximo curso se retrase a la segunda semana de septiembre no ha caído en saco roto. Ni la titular de la Conselleria de Educación, ni tampoco su mano derecha, el secretario autonómico de Educación, Manuel Tomás, cerraron ayer la puerta a la recomendación de este grupo de trabajo que la propia Català constituyó en febrero con los centros con mejores resultados en la evaluación diagnóstica.

Català reconoció la información publicada ayer por Levante-EMV de que la Mesa de Directores le había propuesto aplazar unos días el comienzo de las clases para preparar mejor el curso. «Comunicaron que sería interesante atrasarlo tres o cuatro días a efectos de organización», destacó. No obstante advirtió: «No estoy pensando en volver bajo ninguna premisa al calendario tradicional en el que Secundaria comenzaba la tercera semana de septiembre».

La consellera, que explica que el comienzo y final de las clases se negocia entre abril y mayo, señaló que acoge la recomendación de los directores pero los emplaza a final de curso «para hacer una valoración general del calendario». Tomás, en la misma línea, llamó a «analizar el curso en toda su extensión», pero también dijo que la propuesta de la Mesa de Directores, «se valorará como todas las que hacen».

Se baraja el lunes 7 de septiembre

Ante la polémica provocada por el calor extremo en aulas debido al adelanto del inicio del curso al 3 de septiembre, que ayer desencadenó una huelga estudiantil, Educación retrasa a dentro de ocho meses la variación del calendario escolar para que no se vea como un paso atrás. No obstante el cambio de fechas será limitado pues hoy por hoy se baraja iniciar el curso 2015-16 el lunes 7 de septiembre, lo que apenas aplaza dos días lectivos el arranque de las clases.

En Educación, dado el esfuerzo por adjudicar todas las plazas docentes vacantes antes de comenzar las clases y abonar los gastos de funcionamiento que se debían a los institutos, están convencidos de que el tempranero inicio de curso hubiera sido «perfecto» de no ser por este inusual arranque de septiembre extremadamente cálido, el más caluroso desde 1950.

En estas circunstancias, según Tomás, «climatológicamente no es relevante que las clases hayan comenzado cuatro días antes». Educación, en base a mediciones realizadas por técnicos de Sanidad la semana pasada en 10 institutos, asegura que las altas temperaturas en las aulas «no han supuesto riesgo por calor, limitándose a una situación de desconfort térmico».