La jungla de asfalto tiene sus mitos. Hay uno al que sólo los conductores más audaces se enfrentan. Es el Everest de los automovilistas valencianos: encontrar un sitio en la calle Jorge Juan, en pleno centro comercial de la ciudad, entre la Gran Vía y Colón. Hasta una empresa le dedicó un corto de ficción para promocionarse: «El hombre que aparcó en la calle Jorge Juan». Es sólo una anécdota, pero la capital está llena de historias de frustración, puntos negros donde estacionar es una odisea.
Pocas experiencias de la vida cotidiana irritan tanto al ciudadano como dar vueltas buscando un hueco. Según un estudio, los españoles pierden unos 20 minutos cada día en este ritual. Más de 75 horas al año, tres días metidos en el coche y maldiciendo.
En estos tiempos de círculos, asamblearismo y economía del bien común, un grupo de emprendedores ha lanzado una aplicación móvil, WazyPark, para ayudar a buscar aparcamiento en la calle. En España la utilizan unas 45.000 personas y en la C. Valenciana está calando con intensidad: ya hay diez mil usuarios, la mayoría de ellos en la ciudad de Valencia. El funcionamiento es sencillo: consiste en avisar a través de la aplicación de que vas a abandonar tu plaza de aparcamiento en la calle para que otro pueda beneficiarse. No se necesitan ni sensores, ni radares, ni acuerdos con ayuntamientos. La tecnología GPS hace todo el trabajo y agiliza el éxito y expansión de esta comunidad virtual. De eso se trata: de cooperar, lo que hoy se llama economía colaborativa, relaciones basadas en compartir y en la que todos se benefician.
Carlos Rodríguez, portavoz de la aplicación, resume el espíritu de esta iniciativa: «Intentamos que el cabreo se canalice en ayudar al prójimo». La crisis está impulsando este tipo de iniciativas colaborativas, pero en un país fundado sobre el mito de la picaresca la pregunta es inevitable: ¿el usuario es generoso o únicamente se acuerda de la aplicación cuándo está desesperado?
«Hay dos usuarios: está el que solo quiere obtener valor y el que tiene sentimiento de pertenencia a la comunidad. De momento funciona. Se informa de entre doce y trece mil sitios libres al día. Un tercio de las personas colabora», explica Rodríguez. Con todo, los impulsores ya están trabajando en un sistema para incentivar la colaboración a través de remuneración económica.
La aplicación es sencilla. Una vez registrado como usuario y con el modelo de vehículo, gracias a la conexión GPS del teléfono puedes ubicarte en el mapa de tu zona y conocer si otros usuarios acaban de abandonar su plaza. Se informa del tiempo que hace que se liberó el hueco así como del modelo del coche del anterior ocupante, para hacerte una idea del espacio disponible. Con la app también puedes recibir alerta de incidencias en la zona (robos, multas), incluso si has cometido un descuido con una ventanilla bajado o las llaves puestas.
