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Marcos Benavent, de mano derecha de Rus a la ruptura con trapos sucios

La empresa pública Imelsa ha funcionado, sobre todo, como comodín en la financiación de políticas clientelares de la diputación y como fuente de recursos para costear proyectos con los que contentar a alcaldes. Es tradición en la casa. De ahí que Rus siempre ha querido a alguien de plena confianza al frente de la empresa. Marcos Benavent respondía al perfil. Fichado para la lista del PP de Xàtiva por su vinculación con el presidente de los empresarios de la Costera, Benavent se convirtió en mano derecha de Rus como concejal de la capital de la Costera cuando el hoy presidente del PP provincial y de la diputación se convirtió en alcalde. En 1995. Rus también lo quiso a su vera en la dirección local del partido. Y en 2007 lo nombró gerente de Imelsa. El tándem que un día fue inseparable se divorció y Benavent se convirtió en un verso suelto sin interlocución con su mentor, quien mostró su disconformidad en aspectos de gestión.

La falta de comunicación era tal que el ex gerente de Imelsa se enteró al mismo tiempo que la prensa de que Alfonso Rus tenía intención de contratar a 300 nuevos brigadistas forestales. El anuncio lo hizo en un acto público en presencia de la consellera Isabel Bonig. Desde el entorno del ex gerente aseguran que Benavent había invertido en negocios privados con la intención de dejar la política, tras 20 años en cargos públicos. Unas empresas que, según estas fuentes, no pasaban por su mejor momento. Quienes lo trataban cuentan que el hoy «desaparecido» Benavent se esforzaba en subrayar el distanciamiento con Rus y con el PP hasta el punto de haber expresado su intención de darse de baja del partido. f. arabí valencia

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