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Contracrónica: Poesía en la izquierda, prosa en el PP

Barberá recibió las puyas de PSPV y Compromís en una sesión en la que Benedetti y Finlandia fueron referencia

Rita Barberá no se puso ayer el traje rojo-alcaldesa, pero a pesar del discreto traje azul marino que lucía no consiguió pasar desapercibida. Le llovieron las puyas de la izquierda, las mismas que se evitó en el Ayuntamiento de Valencia hace unos días al renunciar a tomar posesión del acta y librarse así de asistir a su propio relevo en favor de Joan Ribó. En las Corts no tuvo manera de quitarse del foco y soportó, visiblemente incómoda, no sólo el discurso de la izquierda que le chirría, sino los rejonazos direct0s de los intervinientes. Y es que ayer en el hemiciclo se visualizó el cambio de papeles tras veinte años en los que el PP ha hegemonizado la escena política en la C. Valenciana. Pocas veces o quizás ninguna se habrá quedado Barberá sin poder hablar en el escaño que ocupa desde 1983. Ayer, no logró (ni pidiéndolo por favor) que el presidente de las Corts, Francesc Colomer, se aviniera a dejarla intervenir «por alusiones» y replicar a Ximo Puig cuando le soltó que ella era una «representante del rencor». Minutos después, Mònica Oltra, de naranja Compromís, le afeaba el gesto de dar la «espantà» en la toma de posesión de Ribó y celebraba la apertura de puertas en la casa consistorial. «Nos hemos encontrado el Medievo», soltó Oltra.

Y es que ayer Barberá, como el resto de sus compañeros de escaño, no estaba para la poesía de Vicent Andrés Estellés ni de Mario Benedetti a la que recurrieron tanto Puig como Oltra. El primero confesó su amor por la literatura (no en vano ha fichado a los escritores Fernando Delgado y Carmen Amoraga de diputados) y animó a crear un club de lectura en las Corts. La segunda citó al poeta uruguayo, versos que, dijo, invitan «a la poesía que se había apartado peligrosamente de esta cámara». Carolina Punset, que se apuntó al rojo en la indumentaria, se arrancó también con Benedetti. Después de que la exedila de Altea diera la nota por sus diatribas contra la escolarización en valenciano, subió a la tribuna Antonio Montiel, nacido en Jaén, quien pronunció un discurso en un impecable valenciano.

Pero la nueva realidad política del PPCV se escribe en prosa y en el color oscuro que lucían la mayoría de sus diputados, excepto el rosa intenso del fichaje popular Maria José Sansegundo.

Por la tarde, Barberá siguió resistiendo (Colomer le pidió que guardara silencio) mientras los hijos de Puig (Pau i Miquel) seguían atentos la jugada desde el palco de invitados y su hermano Francis grababa con su cámara de la televisión comarcal Nord TV el momento histórico. A las 18.30 horas, antes de que Colomer proclamara presidente a su amigo, Alberto Fabra se levantó para felicitarle con un abrazo. Hubo escenas de fraternidad entre los líderes del tripartito, mientras Barberá llamaba a gritos al presidente para darle la enhorabuena.

Escandinavia en las Corts

A las alusiones a Finlandia de Ximo Puig (quien tiene ese país como referente de crecimiento económico potenciando la educación y el I+D+I) se sumaron las citas de Carolina Punset a Olof Palme, exprimer ministro de Suecia asesinado en 1986. Las Corts remataron la histórica sesión con la lectura de su primera declaración institucional para condenar la homofobia y el apoyo a la asociacionismo LGTB+ . La nueva sensibilidad que rige el Parlamento se vio también con la presencia en el debate de una especialista que tradujo las intervenciones al lenguaje de signos y la presencia de personas con discapacidad.

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