La base militar General Almirante de Marines ha recibido el pasado mes de julio material de defensa aérea activa, en concreto, misiles Patriot.
España adquirió uno de estos sistemas, formado por una central de operaciones, dos baterías de cuarenta misiles, vehículos portadores, equipos de comunicaciones y otros elementos complementarios de logística y mantenimiento, de los que se hará cargo el regimiento de Artillería Antiaérea (RAAA) nº 81 localizado en la base valenciana.
Todo este material militar fue comprado al ministerio de Defensa alemán, a través de un acuerdo al que llegaron ambos gobiernos, por el que España pagará un importe estimado de 41.163.420 euros en total, cantidad que se repartirá en cinco años (489.348 euros en 2014, 16.206.672 euros en 2015, y tres anualidades de 8.155.800 euros en 2016, 2017 y 2018), según decidió el Consejo de Ministros el pasado 5 de diciembre de 2014, que mediante un Acuerdo Marco aprobó la adquisición de este armamento de segunda mano al ministerio de Defensa alemán.
Estos misiles de tierra-aire de largo alcance aumentan la capacidad del ejército español de defender territorio „vía aérea„ de una agresión con misiles o aviones. Con este material, los militares de la base valenciana se podrán integrar en operaciones, tanto dentro de territorio nacional como en escenarios internacionales.
Y es que, actualmente hay soldados españoles de bases andaluzas desplegados en la zona fronteriza entre Turquía y Siria, en una misión con misiles Patriot denominada «Active Fence». Esto se debe a que, en el marco de la OTAN, España adquirió el compromiso de apoyar a Turquía dada la inestabilidad geopolítica de la zona, y este pacto pasa por desplegar en territorio turco un sistema de defensa antimisil constituido por una batería Patriot, con el objetivo de disuadir posibles ataques desde suelo sirio y rebajar la tensión en la frontera.
En 2004, el Ejército de Tierra español adquirió una batería Patriot, dotada de un radar, un Centro Director de fuegos, y ocho lanzadores con capacidad, pero no incluyó los sistemas de comunicaciones necesarios. s
De fabricación estadounidense, este sistema de defensa aérea se utilizó por primera vez en la guerra del Golfo de principio de los años 90 contra los misiles Scud iraquíes. Después, tras mejorarlos, el ejército de Estados Unidos volvió a usarlos en la invasión de Irak, en 2003.
