La matrícula en las cinco universidades públicas valencianas seguirá siendo la tercera más cara de España tras encarecerla el anterior Consell del PP un 93 % entre 2012 y 2014. La bajada de tasas es una bandera que tanto el PSPV como Compromís, ahora al timón de la Generalitat, esgrimieron en la campaña a las elecciones autonómicas. Sin embargo, el conseller de Educación, Vicent Marzà, confirmó ayer que ni en este curso 2015-16 ni en el próximo están en condiciones de cumplir dicha promesa electoral debido a la infrafinanciación de la C. Valenciana por parte del Gobierno y a la urgencia de impedir que ningún alumno se quede fuera de la universidad por causas económicas, «pues lo que no puede ser es que en los últimos dos cursos 7.000 alumnos hayan sido expulsados del sistema universitario público valenciano».

La directora general de Universidades, Josefina Bueno, admite que «a partir de la subida de tasas de 2012 la universidad se ha convertido en un objeto de lujo». La bajada de los precios que estudiaba Educación ya para este curso 2015-16 que arranca en la segunda semana de septiembre era de un 8 %, lo que según Marzà «supone una reducción en la matrícula de 80 euros por alumno, una cantidad que no soluciona el problema de acceso a la universidad de los estudiantes que no tienen recursos». Además, añade que «dicha rebaja del 8 % que no soluciona nada a los alumnos, supone la Generalitat deba incrementar en 13 millones la financianción de las universidades». Una cantidad de la que no dispone.

Ante esta falta de recursos, Marzà sostiene que la obligación «es actuar allí donde las dificultades son máximas», por lo que su prioridad es que «nadie quede excluido de la universidad por causas económicas». Esto pasa, según añadió el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, «por congelar las tasas y aumentar las becas universitarias». De momento, el conseller anunció ayer un millón de euros más en becas «que hemos sacado estirando de allá de donde hemos podido», para una convocatoria extraordinaria destinada a alumnos de primer curso.

El único criterio que se pedirá para beneficiarse de estas nuevas ayudas será el del nivel de renta, ya que se elimina la exigencia de tener una nota media de 5,5 como exige el ministerio en sus becas y que la Generalitat del PP copió apelando a la cultura del esfuerzo. Bueno explica que 1.500 estudiantes de primero se han matriculado en las universidades valencianas para este curso con menos de un 5,5, «pero esta cifra aumentará con estas becas porque hay gente que como no puede pagar las tasas no se ha inscrito porque no le iban a dar beca». Así, la conselleria estima que 1.000 estudiantes de rentas bajas podrán acceder a la universidad con estas becas extraordinarias.

Otra segunda línea de becas presentada ayer por la conselleria es la de exención de tasas en tercera y cuarta matrícula, en las que se paga el 75 % y el 100 % del coste, para aquellos alumnos que estén a punto de acabar la carrera (a falta de 18 créditos) y que acrediten problemas económicos graves. Bueno detalla que con estas becas quieren evitar la expulsión de estudiantes, pues «el abandono universitario es un fracaso de la inversión que hace el Estado, la universidad y las familias». Detalla que muchos alumnos «para poder pagarse los estudios tienen que ponerse a trabajar y compaginar ambas cosas hace que tengan que volver a matricularse en las materias que no aprueban, pero como no pueden permitírselo, dejan la universidad». El presupuesto de esta línea se determinará cuando las universidades aporten el número de beneficiarios.