Del Palau de la Generalitat al Palau de Pineda con escala tres veces por semana en el Senado. El exjefe del Consell, Alberto Fabra, tiene ya un lugar donde poder despachar aquellas cuestiones que tienen que ver con su condición de expresidente de la Generalitat. Ese lugar está ubicado en el Palau de Pineda, sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en pleno barrio del Carmen de Valencia y a tan sólo cinco minutos de la plaza de Manises. Presidencia de la Generalitat ha optado por este edificio para acomodar a Fabra, quien el pasado mes de julio se acogió a las prerrogativas del estatuto de expresidente. Aunque renunció a la plaza a la que tenía derecho en el Consell Jurídic Consultiu (CJC), Fabra, elegido también en julio senador territorial, sí reclamó su cuota de asesores, así como un despacho para poder ubicarse.
Fabra nombró a quien había sido su mano derecha en el Palau, la exsecretaria autonómica de Organización, Coordinación y Relaciones Institucionales de la Generalitat, Esther Pastor, en calidad de asesora personal. También solicitó un chófer adscrito. La última pieza que le faltaba era un lugar donde despachar y ubicar a su asesora. La solución estaba en manos de los colaboradores de Ximo Puig en el Palau, quienes se han tomado el mes de agosto de tiempo para tomar una decisión. Descartado que la Generalitat tuviera que asumir también el gasto de alquilar un local privado, se anunció que Fabra sería reubicado en algún inmueble propiedad de la Generalitat. Pero el destino era problemático, ya que la mayoría de los inmuebles están ocupados por las conselleries.
Finalmente, Presidencia ha visto en el Palau de Pineda, la solución ideal. El edificio, construido entre los años 1728 y 1731 por Francisco Salvador Pineda, Intendente General de los Reinos de Valencia y Murcia y Justicia Mayor de Valencia, alberga desde 1992 los cursos de la UIMP, un inmueble con solera, propiedad de la Generalitat. Fue restaurado en los años 80 por la Conselleria de Cultura. Fuentes del actual Consell indicaron que Fabra contará con sitio suficiente para habilitar un despacho propio y un segundo para Pastor. Está pendiente el informe de la Conselleria de Educación y Cultura, que debe dar el visto bueno, pero la decisión está tomada y comunicada al expresidente. Los responsables de la UIMP, que seguirá con su actividad normal en el Palau de Pineda, tendrán ahora que hacer hueco a estos peculiares inquilinos.
Desde el entorno de Fabra se indicó que el expresidente estaba conforme y defendieron la necesidad de tener un despacho propio dado el volumen de correspondencia y compromisos que todavía tiene en su calidad de expresidente. La concesión del despacho se produce en medio del debate abierto en torno a la derogación del estatuto de expresidentes. Podemos ya ha presentado una iniciativa en las Corts y PSPV y Compromís también se han pronunciado a favor de recortar los privilegios de los exmandatarios.
