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Visibilidad mediática

Los gitanos no quieren ser menos que los gais

La comunidad romaní lucha contra la «discriminación» mediática y pide un tratamiento como el colectivo LGTB o las mujeres maltratadas

Los gitanos no quieren ser menos que los gais

Gemma Berja es maestra de Infantil en Valencia y tiene 27 años. Nada raro. Bueno, un poco: es gitana. Y quiere que se conozca su etnia. «Porque, de lo contrario, sólo nos vinculan con lo malo», precisa. Sentada entre el auditorio, ella va escribiendo con su bolígrafo azul mientras por el estrado desfilan los ponentes de la jornada «Construyendo alianzas entre el movimiento asociativo gitano y los medios de comunicación».

En síntesis: como cualquier lobby, quieren ejercer presión para una causa justa: cambiar la imagen de la población gitana en los medios de comunicación. Salir más y „sobre todo„ mejor, sería la conclusión simple. Y lanzan una idea atractiva: hace años, los prejuicios, tópicos y discriminaciones rodeaban el tratamiento mediático de la población homosexual, bisexual y transexual (LGTB).

«Ellos sí lo han conseguido. La influencia y la representatividad en las instituciones del lobby gay ha conseguido cambiar su situación», lanza un participante en el debate. La mesa asiente: a los gitanos sigue lastrándoles su invisibilidad para cuestiones positivas y continúan sin desprenderse de muestras discriminatorias «que no se permitirían en colectivos de extranjeros o de víctimas de violencia machista», minorías con las que la sociedad está más concienciada, subrayan.

Gemma sigue escribiendo en una humilde hoja mientras los periodistas entonan el mea culpa, sugieren mecanismos para salir más y mejor en los medios y escuchan una interesante reflexión: con productos televisivos como Palabra de gitano „«hay que masacrar ese programa», insiste el periodista y profesor Joan M. Oleaque„, se corre el riesgo de caer en «la degradación del autoconcepto que los gitanos tienen de sí mismos». Que se crean que son como los pintan.

Al final de la jornada, Gema levanta la mano y lee una breve reflexión. «Es obvio „dice„ que la discriminación viene por desconocimiento. Entonces, los medios de comunicación pueden ayudarnos a que se nos conozca si no promueven la imagen del pueblo gitano como sinónimo de marginales, delincuentes o ignorantes. Al contrario: nos pueden ayudar difundiendo la imagen de los referentes positivos: gitanos formados que aportan a la sociedad, porque los gitanos también aportamos. Además, hace falta que se condene en los medios los casos de discriminación. Igual que se ha avanzado en la condena pública de actos homófobos, que suceda lo mismo con la comunidad gitana, porque parece que discriminar a un gitano está prácticamente justificado o se ve 'normal'». Y añade: «En la actualidad no nos cortan las manos o las orejas como en tiempos de los Reyes Católicos, pero se nos cortan las alas manteniendo los estereotipos». Y el público aplaude.

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