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Tribunales

Juzgan a dos policías por detener y amenazar al «dolçainer» de Obrint Pas

La Fiscalía acusa a los dos agentes de detención ilegal, lesiones y vejaciones al músico

Juzgan a dos policías por detener y amenazar al «dolçainer» de Obrint Pas

La sección quinta de la Audiencia de Valencia juzgará el próximo lunes a dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), Ricardo C. V. y Joaquín C. G. por detener ilegalmente, lesionar, amenazar y vejar al «dolçainer» del grupo Obrint Pas, Miquel Gironés, en 2013, porque les respondió en valenciano.

La Fiscalía solicita la inhabilitación absoluta durante diez años de los dos policías y que sean condenados a pagar una multa cada uno de 3.000 euros. También reclama el pago de otra multa de 1.200 euros para Ricardo C. V. por la falta de lesiones, más otros 400 euros por otra falta de amenazas y vejaciones injustas. El Ministerio Público también pide que indemnicen al conocido dolçainer con 3.000 euros por «daños morales», más 180 euros por las lesiones que sufrió.

La acusación particular, que ejerce el músico, considera que los hechos son constitutivos de un delito de «detención ilegal» por lo que reclama tres años de cárcel y diez de inhabilitación. En el caso de que sólo se considerara la modalidad más atenuada de la detención ilegal (penado sólo con multa), la acusación particular reclama que este delito se considere cometido en concurso con los de falsedad de documento público y denuncia falsa (por lo que reclama tres años y seis meses de cárcel) más 15 meses de multa por la denuncia ficticia.

Los hechos enjuiciados sucedieron el 25 de marzo de 2013. Los dos agentes vieron desde el vehículo policial cómo «una persona en un coche arrojaba al suelo un papel», según el relato de la Fiscalía. El policía Joaquín C. G. se dirigió a la persona [Miquel Gironés] diciéndole: «Oye guarro, ¿te has pensado que esto es una papelera?». En ese momento, el músico explicó a los agentes, en valenciano, que el papel se había caído mientras buscaba las llaves del coche y que no lo había tirado.

El policía Ricardo C. V. «consideró una ofensa que se dirigiera a ellos en valenciano, sin ningún motivo que lo justificara, y le exigió que bajara del vehículo y se identificara». El músico de Obrint Pas protestó, aunque mostró su DNI a los agentes. Pero «las protestas del señor Gironés, expresadas en valenciano, exaltaron aún más al acusado Ricardo C. V» que acabó dando manotazos al músico y exigiéndole: «Háblame en español, cojones». Al advertirle Gironés que iba a avisar a un abogado y que lo ocurrido acabaría publicado en la prensa, Ricardo C. V. lo engrilletó y lo trasladaron a la Inspección Central de Guardia, donde permaneció detenido más de cuatro horas.

Durante el trayecto, el mismo agente, Ricardo C. V. propinó varios manotazos al músico y lo amenazó con que, si se publicaba algo de lo ocurrido, «tendrás que marcharte de Valencia». Para justificar la detención del músico ambos alegaron, falsamente, que «se había avalanzado sobre el agente Ricardo C. V.». El otro agente «reforzó con su pasividad y silencio las acciones» de su compañero, según el relato de la Fiscalía ante la Audiencia de Valencia.

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