Uno de cada diez padres de alumnos en los colegios concertados han dejado de pagar la cuota voluntaria a las asociaciones de madres y padres desde que hace dos meses la Conselleria de Educación hiciera público el borrador del nuevo decreto de admisión de alumnos. El texto legal explicita la prohibición de «imponer a las familias la obligación de hacer aportaciones a fundaciones o asociaciones», y añade que «en ningún caso», ni centros públicos ni concertados, podrán «percibir cantidades de las familias por recibir las enseñanzas de carácter gratuito».
La patronal mayoritaria de la enseñanza concertada constata que estas premisas no implican «ninguna novedad», y que «en ningún caso» se han percibido fondos en los colegios concertados para la enseñanza, pero que el proceder de la actual conselleria está provocando un serio cambio en el sector. Sin embargo, las cuotas voluntarias en los colegios concertados surgieron hace ya veinte años, cuando cuanto se percataron de que mantener esos centros tenía un coste que la empresa no podía afrontar por sí sola.
La propia presidenta de los padres de alumnos de centros concertados en la Comunitat Valenciana (Concapa), Julia María Llopis, alerta de pérdidas económicas en estos colegios que ya «alcanzan un 10 %» en los últimos meses. «Yo doy gustosamente 30 euros al mes en el colegio -declara Llopis- porque soy consciente de que sin ese dinero no se podría mantener el centro tal y como lo tenemos, pero el discurso de la conselleria está haciendo mucho daño a las AMPA». Por ejemplo, de los 800 padres con alumnos matriculados en el colegio Calasancio, de Alicante, cerca de 200 han devuelto el recibo de la cuota voluntaria a la asociación: «Esto nos obligará a eliminar actividades porque con lo que aportan unos pocos no pueden participar todos», lamenta.
Las consecuencias que estos cambios pueden tener en el sector apuntan por otra parte a la conversión de aulas concertadas en privadas. Llopis alerta de que las familias «deben saber que es imposible que todo sea gratis» cuando la «aportación de la propia conselleria» a estos centros «está congelada desde hace ya ocho años. Por cada alumno de un centro concertado se invierten públicamente 2.900 euros al año mientras que en un centro público son 6.200 euros», recalca.
Entre 30 y 90 euros al mes
La patronal esgrime que los centros suplen el déficit con lo que aportan los padres, algo que en teoría no se puede hacer. «En el de mis hijas„Salesianos de Valencia„, nos cargan mensualmente 19 euros en concepto de material y otros 20 por tenerlo allí escolarizado», señala Verónica. Como ella, a muchos progenitores se les ha dicho que deben pagar una cantidad mensual porque la plaza no es completamente gratis, sino que está concertada solo un porcentaje. Algo que desmiente totalmente Educación.
Las cuotas que se aportan en los concertados oscilan entre los 30 y los 90 euros al mes. Y a las AMPA, de 10 a 50 euros al año. «Si alguien no paga suele ser porque no puede. Se valora con los asistentes sociales para que ese alumno comparta las mismas actividades que el resto evitando cualquier discriminación, pero lo que está pasando ahora no responde a esas cuestiones», abunda Llopis.
Aunque hay escuelas en las que no pasa eso.«A mi me obligan a pagar actividades complementarias a la hora del comedor aunque no quiera o pueda», explica Paula, madre de un niño del colegio Argos, de Valencia.
«Hay una serie de gastos que te dicen que son obligatorios todos los meses, como comprar el material que ellos te dicen y donde te dicen», lamenta.
