Los centros de menores han dado la alerta tras adaptarse a una nueva realidad: el aumento del número de menores con problemas de salud mental (ya sea trastorno bipolar, obsesivo compulsivo, espectro autista o retraso intelectual).Por ello, alertan de la necesidad de un plan especial para abordar un problema «que no se puede demorar por más tiempo». La mayor parte de ellos permanecen un largo tiempo en los centros de acogida de menores ya que las condiciones familiares y personales hacen muy difícil la convivencia.
Sin embargo, comparten espacio y actividades con otros menores, también vulnerables, «que precisan de un entorno tranquilo que les ayude a superar sus situaciones personales».
«Es preciso que la Conselleria de Igualdad busque recursos específicos para los casos más graves de salud mental ya que estos menores reciben un tratamiento adecuado cuando sufren una crisis pero conviven a diario con otros menores en centros reducidos. La situación, en algunos casos, es dramática porque, de entrada, los enfermos mentales no reciben el trato adecuado y por otra parte, los menores que no lo son se ven obligados a vivir situaciones que tampoco les benefician», aseguran desde Mensajeros de la Paz CV, una entidad que gestiona ocho centros de acogida en la Comunitat Valenciana.
Conselleria estudia el problema
Desde otros centros de acogida también reconocen el problema como propio aunque aseguran que el Consell «ya está trabajando para solucionarlo». De hecho, fuentes de la Conselleria de Igualdad aseguraron que los técnicos están valorando varias actuaciones, aunque «aún es pronto para detallarlas.
Solucionar el problema de los menores tutelados por al Generalitat que cuentan con algún trastorno de salud mental es una prioridad para la conselleria, pero hay que elaborar una solución con coherencia y consenso». Y es que, aunque la Generalitat Valenciana dispone de centros de acogida para menores con necesidades especiales „física, psíquica o funcional„, desde Mensajeros de la Paz CV aseguran que no es lo mismo «la convivencia con un niño que tiene un déficit de audición que con uno que padece esquizofrenia o cree que su vida está en peligro por cualquier motivo. Hay casos que solo hemos podido solucionar tras acudir a la Fiscalía. Son niños enfermos, que precisan de terapias y tratamientos a cargo de personal especializado que, por desgracia, no tenemos en los centros de acogida. La situación es trágica porque desde salud mental nos han asegurado en varias ocasiones que solo pueden tratar a los menores cuando sufren una crisis».
Por ello, le piden celeridad a la Administración «ahora que contamos con un gobierno que, por lo menos nos escucha y es consciente del problema porque la descoordinación entre Sanidad, Bienestar social y Educación debe acabar en beneficio de los menores que son, además, su responsabilidad al estar bajo la tutela y al amparo de la Generalitat».
