Lo que iba a ser una jornada de toros benéfica en Requena, con un cartel de altísimo nivel, se ha tornado en la primera polémica taurina de la temporada. Y no ha sido por las protestas de los animalistas. En esta ocasión el conflicto lo ha provocado el rechazo a participar en el acto tanto de Cruz Roja como de Cáritas, lo cual ha generado malestar entre los aficionados a la tauromaquia. Ante ello, el asilo de la localidad será el receptor de los donativos que se logren con la recaudación.
Para el inicio de la temporada taurina de la Comunitat Valenciana, la nueva gestora de la plaza de toros de Requena, Campo Bravo Espectáculos Taurinos, S. L., había decidido ofrecer una jornada benéfica. Pretendían relanzar la que consideran «una plaza histórica» con una novillada el 14 de febrero, con motivo de la Feria del Embutido requenense que se celebra durante ese fin de semana. Para ello no habían escatimado esfuerzos para poder formar un gran cartel: Manuel Manzanares, Juan José Padilla, Francisco Rivera Ordóñez «Paquirri», Julio Benítez «el Cordobés», Jesús Duque y el novillero Ginés Marín, que lidiarán con seis novillos de la ganadería Guadalest.
Según fuentes de la empresa organizadora, preguntaron al Ayuntamiento de Requena a quién podrían destinar el dinero recaudado, y desde el consistorio les emplazaron a Cruz Roja y Cáritas Interparroquial de Requena. Y ahí llegaron los problemas.
Santina Pérez, gerente de la firma organizadora, explicó ayer que desde Cruz Roja les dijeron que participar en el acto había sido «desaprobado desde Madrid». A posteriori, según cuenta Pérez, Cáritas sí que aceptó en principio, pero horas después les comunicaron que se echaban atrás aduciendo que «había sido rechazado desde Valencia».
Ante estas dos negativas, la empresa Campo Bravo volvió a dirigirse al consistorio, que sugirió una nueva opción: el asilo. «Se mostraron encantados, nos dijeron que lo necesitaban», señala Pérez. «Lo que queremos es ayudar, ni más ni menos. Ahora nuestro deseo es que el festival salga bien y cuanto más se recaude mejor», asegura.
Preguntada por la negativa de las ONG a participar en la corrida de toros benéfica, Pérez mostró su sorpresa. «Es la primera vez que nos pasa algo así», asegura. «Si normalmente aceptas los donativos y esta vez no, entendemos que es porque éstos vienen del mundo del toro. Son cosas que se me escapan. Si no quieren el dinero será porque ya lo tienen», apuntó Pérez.
Las ONG se desmarcan
Las dos organizaciones que se encuentran implicadas insisten en que los motivos de su rechazo no tienen nada que ver con la polémica entre taurinos y antitaurinos.
Fuentes de Cruz Roja aseveran que su organización «no se posiciona ni a favor ni en contra porque nuestra misión es preocuparnos por las personas». Asimismo, entienden que no se les dio el tiempo suficiente por parte de la empresa organizadora para decidir si participar del evento o no. «Apenas nos dieron 24 horas para tomar una decisión y la cesión de nuestro logo o emblema requiere de un análisis de días o semanas, porque para nosotros es muy importante. No podíamos dar una respuesta concreta en tan poco tiempo», alegan.
Mientras, desde Cáritas aseguraban que la delegación de Requena es autónoma y eran ellos mismo quienes no querían aparecer en el acto, al contrario de lo que contaba la gerente de la compañía organizadora. En un comunicado, Cáritas Interparroquial Requena explicaba que Campo Bravo Espectáculos Taurinos, S. L., les había pedido «confirmar con urgencia», pero que su respuesta se debía «decidir dentro de la directiva» y no daba tiempo a responder tan rápido. «No hemos formulado posición alguna en torno al mundo de los toros ni queremos darla porque no es algo que tenga que ver con nuestro ámbito de actuación», aseguraban.
