El maquinista y representante del Sindicato Independiente Ferroviario (SIF) en el comité de seguridad en la circulación de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), Javier Golf, acaba de defender en las Corts que el accidente del metro de 2006 era «previsible», aunque no con las trágicas consecuencias de 43 fallecidos.

Golf, que elaboró en 2005 el conocido como «Informe de puntos negros» sobre deficiencias en la Línea 1 de Metrovalencia ha recordado que reclamó, en solitario, que «se protegieran todas las curvas» en la línea ferroviaria para garantizar la seguridad. de hecho, en este informe entregado a la dirección de FGV, apostaba por instalar el sistema de frenado de protección contínua, ATP (automatic train operation) entre las estaciones de Empalme y Torrent porque «era el tramo con más frecuencias», frente al instalado en 2006, el FAP (frenado automático puntual) que sólo protegía puntos concretos.

El ferroviario ha defendido en la cuarta sesión de la comisión de investigación del accidente del metro en las Corts que «FGV ha fallado y es un disgusto muy grande. No me considero responsable, pero si muy dolido», por los 43 fallecidos. «Y ya que pasó esta desgracia, que se aprenda, pero por desgracia no se aprendió porque dos años después sucedió lo mismo en Angrois con 81 muertos. Y aún existen trenes a Xàtiva que circulan sin ningún tipo de baliza»,

Golf también considera que la formación de los maquinistas en 2006 era «insuficiente» y reivindicó que la seguridad ferroviaria «no puede basarse sólo en denuncias. Era responsabilidad de la empresa garantizarla».