Las declaraciones del cardenal Antonio Cañizares en las que cargaba contra «el imperio gay» y «ciertas ideologías feministas», y afirmaba que la «ideología de género» es «la más insidiosa que ha habido en toda la historia», serán llevadas a la Fiscalía. El sindicato Comisiones Obreras anunció ayer que solicitará a la Fiscalía la imputación del arzobispo de Valencia por «delitos de incitación al odio y discriminación hacia las personas lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, y por fomentar la violencia hacia las mujeres». La secretaria de Dona de CCOO PV, Cándida Barroso, considera «intolerables en un Estado acofensional y democrático» las palabras del prelado.

«Nadie, pero mucho menos una persona con responsabilidad, del tipo que sea, no puede permitirse una misoginia y homofobia tan agresivas sin que la sociedad civil y las autoridades actúen», dijo.

La homilía de Cañizares ha despertado la indignación del colectivo homosexual de la Comunitat Valenciana. Lambda, máxima representante de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, acusó ayer al arzobispo de Valencia de que sus palabras «incitan al odio contra nuestro colectivo» y podrían ser constitutivas de un delito de odio. También Lambda estudia denunciar al purpurado de Utiel.

Sus acusaciones también recibieron respuesta política. La concejal de Igualdad y Políticas Inclusivas del Ayuntamiento de Valencia, Isabel Lozano, afirmó en declaraciones a Efe que las declaraciones del arzobispo de Valencia «son muy graves porque pueden provocar discriminación, odio o violencia contra colectivos o asociaciones, por motivos de ideología —cuando criminaliza al movimiento feminista— o por motivos de orientación sexual». A juicio de la edil de Compromís, Cañizares «debería tener más responsabilidad y respeto hacia las personas católicas de Valencia. Los cristianos nunca hacen discursos de odio y menos contra el amor, sea entre las personas que sea».

Lambda se dirigie a los fieles

Según manifestó Mar Ortega, vocal de Delitos de Odio de Lambda, «este discurso de odio fomenta estereotipos y prejuicios acerca de la realidad de las personas LGTB, es discriminatorio y favorece los delitos de odio. Cuando estos mensajes calan en la sociedad, la discriminación se hace efectiva y se materializa en un insulto, una agresión, un delito». La representante de Lambda considera «vergonzoso» que «una persona que pertenece a la jerarquía de una iglesia que se supone que defiende la paz, el amor y el buen trato, es lamentable que realice estas declaraciones. Deberían sancionarlo en la misma Iglesia». También dirige un mensaje a la base. «Los fieles deberían reaccionar. Cualquier persona que piense que Dios es amor, no debería consentir que una persona ataque a otras por tener una orientación sexual o una identidad de género diferente».

Ayer, Cañizares arremetió en un acto público contra la «pusilanimidad o indiferencia» y añadió: «Quien cree en el Señor, no duda ni languidece, no teme ante el enemigo».