Los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) del instituto público Benicalap desarrollan su propia tecnología a partir de programas surgidos desde el MIT de Boston, como el Scratch, un sencillo y visual software de programación en bloques, o APP Inventor, una herramienta para crear aplicaciones en el móvil. Pese a que aún no han cumplido los 16, esta joven generación de makers (creadores) pide paso desde las aulas.
Tras ella está la apuesta del departamento de Tecnología del IES Benicalap por Arduino, una placa programable de hardware libre que en apenas una década se ha convertido en la más popular por su escaso coste y versatilidad. Frente a los 100 euros que cuesta una placa con las mismas características, la Arduino UNO vale entre 6 y 13 euros si se opta por una clónica.
Con Ardunino «se multiplican las posibilidades de que los chavales desarrollen toda la parte de electricidad, electrónica y programación de la asignatura de Tecnología», explica Alexandre Gironés, profesor de esta materia y secretario del IES.
El abaratamiento de costes que ha desencadenado el software y el hardware libre, con Arduino a la cabeza, se traduce en la consiguiente democratización de la tecnología «que permite a los alumnos pasar de ser meros consumidores de productos tecnológicos, a crearlos ellos mismos».
Es la filosofía del hazlo tu mismo, la que guía al movimiento maker. Un nuevo paradigma docente al que Gironés otorga un doble valor: «Por un lado el alumno se convierte en protagonista de su aprendizaje, al dejar de ser un mero receptor pasivo para pasar a ser un creador activo. Pero además, si produces tu propia tecnología, te conviertes también en un consumidor crítico y te cuestionas si las APP de tu móvil deben tener acceso o no a tus imágenes privadas».
Todo este trabajo tiene premio. Dos alumnos de 4.º de ESO de l´IES Benicalap, Luis Marqués y Adrián Uhden, tutorizados por Gironés, han ganado el premio de la sección de Tecnología de la Fira Experimenta de la Facultat de Física de la Universitat de València (UV), donde compitieron 80 institutos de toda la Comunitat.
Un premio que vale por dos
Estos dos jóvenes que sueñan con ser ingenieros ganaron en Experimenta con un proyecto para medir magnitudes y fenómenos físicos con Arduino. El otro premio fue el poder presentarlo ante las miles de familias que acuden a Expociencia, la gran feria de divulgación que organiza el Parc Científic de la UV. Una experiencia que ambos definen como «inolvidable».
Su proyecto incluye cinco experimentos. En uno, a través del efecto piezoeléctrico, la trasformación de una vibración en tensión eléctrica y al revés, hacen sonar una bocina golpeando un sensor con un martillo. Otro es una estación meteorológica que cada dos minutos envía un tuit con los valores de humedad y temperatura. También han construido un velocímetro midiendo el efecto hall, la pequeña tensión perpendicular que se crea alrededor de un semiconductor por el que pasa corriente eléctrica si se le aplica el campo magnético de un imán.
Los otros dos experimentos son un termómetro digital y analógico, y un metro electrónico que mide distancias mediante un sensor de ultrasonidos que funciona como el sonar de los murciélagos. Este sensor también lo han utilizado este trimestre para crear un coche que esquiva objetos. Vehículo que, al instalarle un bluetooth, también dirigen a distancia al crear una aplicación con el APP Inventor que convierte el móvil en un mando.
